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Foto: Especial / Las sobredosis por fentanilo en Tijuana y Mexicali, Baja California, se han duplicado en los dos últimos años  

Las sobredosis por fentanilo en Tijuana y Mexicali, Baja California, se han duplicado en los dos últimos años, donde la pandemia y las nulas estrategias de Salud para hacerle frente al problema han jugado un papel importante en este consumo desmedido, aseguran expertos.

Aunque la situación está focalizada en el río y el este de Tijuana o Ciudad Juárez, en Chihuahua, los analistas advierten que de no aplicarse estrategias de reducción de daños, en un año podría comenzar a causar estragos en ciudades más grandes, como la capital del país o Monterrey, Nuevo León.

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“Las autoridades están a tiempo, pero no tienen mucho interés porque no ven como personas a los consumidores(…) yo no quisiera pensar en que no creen que merecen atención, pero es lo que se ve”, dijo en entrevista con 24 HORAS Said Slim, cofundador de la asociación civil Verter, dedicada a la prevención de enfermedades de transmisión sexual y uso seguro de opioides, quien ha trabajado en algunos proyectos con la Dirección de Seguridad Pública de Mexicali.

Este consumo del china white, indicó José Andrés Sumano Rodríguez, miembro del Laboratorio de Estudios sobre Violencia en Fronteras, se da sobre todo en municipios donde deportan a migrantes “muchas veces esta gente tiene algún tema de adicción y son los que están presentando sobredosis”.

De junio de 2021 a octubre de 2022, los casos registrados en Mexicali fueron más del doble –con 581– que los contabilizados de 2019 a 2021, con 464, de acuerdo con una base de datos realizada por la organización.

Mientras que la Cruz Roja de Tijuana atendió de enero a abril 244 emergencias por sobredosis de fentanilo; en tanto, en el mismo periodo del año pasado fueron 207, y en 2020, 132.

Infografía: Xavier Rodríguez

DE DISTRIBUIDOR A CONSUMIDOR

Aunque fue el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) quien introdujo este enervante al país para operar como distribuidor, hace cinco años comenzó a montar laboratorios para fabricarlo, hasta que en la pandemia el consumo llegó, abundó Sumano Rodríguez.

“México pasó de ser un país que era distribuidor de paso, a ser ahora un país productor y cada vez un poco más consumidor”, declaró.

La gente no está consciente de que lo que ingiere no es puramente cocaína, metanfetamina o heroína, sino estas sustancias mezcladas con fentanilo, porque para el crimen organizado resulta más rentable: se abaratan costos, coincidieron ambos.

Verter detalló que la mayoría de los usuarios son personas vulnerables, sin trabajo, un hogar, con una media poblacional de 38 años –aunque los hay desde 15– y alrededor de 80% son hombres.

Para hacerle frente, dijo Slim, las autoridades necesitan visibilizar el problema en colaboración con asociaciones y la creación de bases de datos que permitan crear estrategias, además de la liberación del uso de la naloxona.

CITA:

Que el Gobierno y la Comisión Nacional contra las Adicciones se pongan a trabajar; las políticas son retrógradas, estigmatizantes y criminalizadoras”
Said Slim
cofundador de Verter AC

LEG