TEATRO UCRANIA
Foto: AFP / "Poco a poco, salí de mi cascarón, de mi depresión", explica la intérprete  

Para Anna Lyssenko, una joven de 21 años refugiada en Polonia, interpretar el personaje de una ucraniana que se ve obligada a huir de su país, en un teatro de Varsovia, está resultando una tarea casi catártica.

“Abres tu alma. Las emociones, el dolor que llevas dentro, los dejas aflorar a la superficie”, explica Lyssenko.

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Tuvo que huir de Ucrania con su hijo, dejó atrás a su esposo, enrolado en las fuerzas armadas, y busca trabajo en otro teatro, en una nueva ciudad.

“Poco a poco, salí de mi cascarón, de mi depresión”, explica la intérprete.

La obra Seis estados de ira, alusión a los diferentes niveles de trauma, narra la historia de cinco ucranianas que viven en un centro de refugiados en Polonia.

El argumento documenta su dolor, su miedo y su ira, sus fantasías y la forma en que se ayudan entre sí para superar los traumas.

La historia fue escrita a partir de varias entrevistas en profundidad realizadas por los actores de la obra en un gran centro de refugiados ubicado cerca de Varsovia, poco después de que empezara la invasión rusa de Ucrania.

Se trata de una creación del teatro Komuna, próximo a la estación central de la capital polaca por la que millones de personas han transitado desde que comenzó la guerra.

El personaje de Anna Lyssenko es el de una bailarina oriunda de Bucha, una localidad de cerca de Kiev donde se sospecha que las tropas rusas cometieron crímenes atroces.

“El objetivo de la obra es darle fuerzas a los ucranianos, mostrar lo que han tenido que pasar y lo fuertes que son”, explica el director, Beniamin Koc.

En retrospectiva de su primera visita al centro de refugiados, Koc comenta que tuvo “escalofríos”. “Era un espacio inmenso bajo un cielo negro, un techo negro”, cuenta, apuntando que olía “como en un tren cuando viajas durante mucho tiempo”.

“Fue bastante impactante. Había niños jugando, patinando por todas partes, así que la vida continuaba pero era una vida increíblemente irreal”, concluyó.

 

LEG