Ángel Álvaro Peña

La justicia se refleja en todas las relaciones humanas. No es necesario colocar frente a un juez la lealtad o la honestidad, ni la verdad o la mentira, o la memoria y el olvido. Porque en la política la amistad del pasado se convierte en la enemistad del presente y, como siempre sucede, gana el más fuerte, pero no el que tiene la razón.

Los amigos son para toda la vida o no lo son y hay muchas maneras de cultivar esa relación, aunque haya quienes no la respetan. Y esto viene a propósito de la aparente derrama de buena voluntad y bondad que expresó el Presidente de la República en la conferencia matutina del martes 22 de noviembre, donde habló de la libertad para quienes fueron torturados, los que no tienen delitos graves que afrontar, o los que no han cometido ningún delito.

Así lo anunció la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, por instrucciones de Andrés Manuel López Obrador, quien en ese momento se había olvidado de su amigo Rogelio Franco Castán, un militante perredista que acompañó al ahora Presidente durante su permanencia en ese partido. Pasó noches a la intemperie con él, fortaleció la vigilancia en el cierre de Avenida Reforma, caminó kilómetros codo con codo. Ahora está preso desde hace más de año y medio, por un delito hecho a la medida de su personalidad y su trayectoria.

Quien fuera secretario de Gobierno del estado de Veracruz, líder estatal del PRD, diputado local, y candidato a la diputación federal plurinominal en 2021, fue acusado de ultrajes a la autoridad, delito diseñado para él, y una vez que cayó en prisión, se derogó el artículo del Código Penal de la entidad. A esta ilegalidad se le llamó Ley Franco. Una vez en prisión se le sumaron delitos, que uno a uno ha superado desde el 13 de marzo del año pasado. Es decir, es inocente quien fuera compañero de López Obrador y ahora, por el simple hecho de no querer incorporarse a Morena, lo abandona a su suerte, o, lo que es peor, lo hunde en la cárcel sin juicio ni sentencia. Con el agravante de aplazamientos permanentes de sus audiencias y prórrogas en la presentación de pruebas.

El resultado de esta traición es que Rogelio Franco se encuentra en el Penal de Amatlán, La Toma, en Veracruz, víctima de este imperdonable olvido y de una distracción que acusa complicidad en su injusto encierro.

En esa conferencia se habló de agilizar los trámites de los reos, de tomar en cuenta pruebas. En un alarde de procuración de justicia que revela un doble discurso de éste y otros muchos casos porque un importante porcentaje de los prisioneros en los diferentes penales del país es que no tienen sentencia por negligencia de ministerios públicos, jueces, abogados, etc. Eso quiere decir que, para la visión de Seguridad y Protección Ciudadana, no existen.

El valor de la amistad mide el valor de la calidad humana y si el Presidente desconoce la circunstancia de quien fue su compañero de lucha es que no está informado, lo cual es muy grave, pero más grave es que conociendo el caso no centre su atención en este proceso, que no por suceder en el estado que gobierna su consentido gobernador, deja de ser importante.

Las características del encierro de Rogelio Franco son de un preso político, su calidad de militante leal a su partido, su candidatura robada por quien fuera su propio abogado defensor y posteriormente ocupara su curul, porque casualmente era el mismo sujeto; su impedimento a tomar posesión de su diputación, el silencio que rodea el caso, las irregularidades del proceso, la falta de sentencia, etc. son razones suficientes para designarlo así, pero también una víctima de una injusticia y del criminal olvido del amigo.

PEGA Y CORRE.- El presidente del Club de Periodistas en el municipio de Isla, estado de Veracruz, coordinador de la Radio Azúcar F.M., desapareció desde el 20 de noviembre, sus familiares y amigos solicitan el apoyo del gremio periodístico y la sociedad para dar con su paradero. Fue visto por última vez cuando salió de su lugar de origen con destino a Nopaltepec, donde radicaba por cuestiones de trabajo. Esperemos sea localizado sano y salvo nuestro compañero y amigo… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.