Los sueños hemisféricos empiezan a esfumarse.

De la mano del canciller Marcelo Ebrard, el Presidente ha querido posicionarse como líder de América Latina e inclusive en el mundo.

Una ambición no vista desde Luis Echeverría y José López Portillo, el primero como adalid del Tercer Mundo y el segundo como mediador.

Fueron inútiles los esfuerzos de ambos: Echeverría por instaurar una carta de deberes y derechos de los Estados, López Portillo con la reunión Norte-Sur de 1982.

El primer fracaso vino con el voto del mundo desarrollado contra Jesús Seade, quien se fue de embajador con su familia a China, lejos de la OMC.

El siguiente esfuerzo lopezobradorista fue colocar a Nadine Gasman en la Organización Panamericana de la Salud con cientos de miles de muertos por Covid como referencia.

Más tarde vino la ambición de conducir el BID, operación malograda con dos candidatos izquierdistas al decir de Estados Unidos, Alicia Bárcena y Gerardo Esquivel.

Pero el peor empeño fue gestionar la paz entre Rusia y Ucrania, propuesta llevada por Ebrard a la ONU, pero rechazada por los actores.

-Es un plan ruso -descalificó el presidente Volodimir Zelenski, y la propuesta reposa en el sueño del olvido.

MANO OCULTA DE EU

Pero venía una cruzada más.

A través de Alianza del Pacífico, López Obrador pretendía reunir a socios e invitados en un gran foro con México como líder convocante y aglutinador del subcontinente.

La mala situación del peruano Pedro Castillo, a quien su Legislativo impidió salir del país, derrumbó estos naipes y ahora la organización va hacia un futuro incierto.

Así se desvanece la proyección internacional deseada -y fracasada- una y otra vez por diferentes conductos, por distintos organismos y, dato relevante, con Estados Unidos como actor adverso.

El voto del Gobierno de Joe Biden -el canadiense Justin Trudeau está alineado a Washington- ha sido decisivo en varios casos y, quién lo duda, motivado por muchos desprecios y un conflicto comercial en ciernes con potenciales sanciones de 30 mil millones de dólares para México.

En adición, el horizonte no es promisorio: Luiz Inácio Lula da Silva tiene mejor imagen y con Brasil sólo queda la colaboración, pero a ver qué resulta de la visita de Gabriel Boric, imagen de una izquierda fresca.

MARCHA SIN EFECTOS

1.- No trascenderá el acarreo del domingo próximo, disfrazado de marcha popular, para apoyar al Presidente y su proyecto de reforma electoral contra el INE.

La suerte está echada y lo sabe Ignacio Mier.

El personero de López Obrador en San Lázaro ya recibió la información directa de todos los coordinadores parlamentarios, inclusive aliados del Gobierno, sobre su seguro voto en contra.

El tema es contestar a la sociedad con todo el poder, todo el presupuesto y toda la operación del Estado… como no se veía desde los setentas.

Y 2.- Alejandro Murat ya organiza su gira para promoverse como aspirante presidencial del priismo a partir del 1 de enero.

Mostrará tres banderas como méritos: crecimiento sostenido en Oaxaca durante su sexenio, disminución de la pobreza y uno de los estados más seguros.

Su deuda también descendió: 3.3% menor a la recibida de Gabino Cué.

LEG

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