INSEGURIDAD
Foto: AFP / A pesar de los hechos de violencia, las empresas no han mostrado interés de salir del estado, aseguró la Coparmex local  

Mientras sonaban aplausos en el festival Cervantino, Bibiana sacaba restos humanos de una fosa de Irapuato. El brillo y el miedo conviven en Guanajuato, uno de los estados más pujantes y con mayor índice de inseguridad de México.

La mujer de 32 años, que busca a Manuel, su hermano desaparecido en 2018, llegó a la tumba en Irapuato luego de que pobladores reportaron haber visto a un perro cargando una mano. Siguiendo esa pista, encontró el sitio.

“Mientras gente de todo el mundo estaba celebrando el Cervantino, nosotras desenterrábamos cuerpos”, dice Bibiana Mendoza, fundadora de Hasta Encontrarte, colectivo que busca desaparecidos.

Desde ese día, 28 de octubre, ellas y un grupo de forenses han exhumado 53 fundas con restos que intentan identificar, cuenta.

Unas 300 víctimas de la guerra del narco han sido halladas en circunstancias similares recientemente en la entidad, un polo industrial donde operan gigantes automotrices como Mazda, Toyota, Honda y General Motors.

Irapuato, a una hora de Guanajuato capital, es el segundo municipio de México donde la gente se siente más insegura, según datos oficiales.

Las disputas entre criminales alimentan la estadística que ubica al estado como el más violento del país, con 2 mil 424 homicidios de enero a septiembre pasado.

Pero Guanajuato, antes pacífico y cuna de la Independencia, también es un importante destino turístico. Su capital de estilo colonial y la ciudad de San Miguel de Allende atraen multitudes de extranjeros.

EMPRESAS, SIN MIEDO

Como si se tratara de otro lugar, la planta de Mazda en el municipio de Salamanca -la más grande del fabricante fuera de Japón- trabaja como reloj para producir unas 815 unidades diarias, algunas para exportación.

No es la única de su tipo en Guanajuato: Toyota tiene una en Apaseo el Grande, Honda en Celaya y General Motors en Silao, donde Bibiana instalaba transmisiones hasta que desapareció Manuel.

Infraestructura carretera y ferroviaria, proveedores y mano de obra calificada son algunas de las razones por las que armadoras y otras industrias se instalaron en este el sexto estado que más aporta al PIB mexicano (4%).

“Tenemos parques industriales con proveedores certificados(…), la mano de obra, la facilidad del transporte y la comunicación con los gobiernos locales que brindaron las facilidades”, describe Jaime Contreras, gerente de manufactura en la planta de Mazda.

Analistas y gente de la industria aseguran que la violencia no afecta de momento su actividad ni sus planes.

AUTORIDADES MUNICIPALES, REBASADAS

La criminalidad en la región es producto de la guerra entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima, que comenzó su actividad con el robo de gasolinas.

“Guanajuato(…) es necesario para el trasiego de drogas, para conectar la frontera (con Estados Unidos) y los puertos del Pacífico sur. Forma parte de las rutas del fentanilo y la coca”, refiere el especialista en seguridad, David Saucedo.

Las bandas -añade- financian su lucha con la venta local de droga, lo que explica, en parte, los ataques a centros nocturnos, donde cada quien vigila que no incursione su rival.

Nueve de cada diez asesinados “tenían relación con narcomenudeo”, sostiene por su parte Sophia Huett, secretaria ejecutiva del sistema de Seguridad Pública de Guanajuato.

Aunque el Gobierno estatal realiza detenciones, éstas resultan insuficientes mientras no se atacan las estructuras criminales a nivel federal, apunta la funcionaria.

CITA
“No hemos tenido noticia de que alguna inversión se haya cancelado, se haya truncado, por el tema de la inseguridad”
Héctor Rodríguez

Asaltos afectan a comensales

Este fin de semana, comensales de restaurantes fueron víctimas de asalto en Celaya, Guanajuato, y en Cuernavaca y Cuautla, Morelos.

Por lo menos seis hombres armados irrumpieron en Néctar Tropikal (sic), ubicado en la colonia Pradera de Cuernavaca, y despojaron de sus pertenencias a alrededor de 50 clientes. “Fue horrible ver a un mesero lastimado y chicas llorando”, dijo un testigo.

La inseguridad también provocó el cierre definitivo de El Zarandeado, un local de mariscos, en Cuautla. “El Gobierno no ha hecho nada para combatir esta violencia”, denunciaron.

En Celaya, Guanajuato, dos sujetos asaltaron a clientes de telefonía en un Sanborns.

 

LEG