No es la primera vez que el partido político Morena lo intenta. A través de lo que parece ser una inocente iniciativa de un legislador cualquiera, trata de hacer crecer una bola de nieve que haga posible un deseo muy anhelado por este régimen: la reelección.

Negada hasta el cansancio, pero en sentido contrario de muchas acciones políticas que dejan ver esa ambición.

Ya lo intentaron y a principios del año pasado cuando algún legislador del que ya nadie se acuerda fue enviado a presentar de última hora una modificación a las leyes reglamentarias del Poder Judicial para que a través del artículo Décimo Tercero Transitorio el ministro Arturo Zaldívar se pudiera quedar dos años más allá de su mandato constitucional como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Esa modificación a todas luces ilegal pasó con total suavidad entre las manos de las bancadas del Presidente, que no necesitan más que la instrucción para modificar cualquier ley secundaria.

Esa extensión del mandato del ministro presidente era claramente un ensayo para cometer la misma arbitrariedad con el mandato presidencial. Pero el caso explotó a tales niveles que no quedó más remedio al beneficiario que rechazar la que se llamó Ley Zaldívar y declararla inconstitucional muchos meses después de aprobada.

Ahora, va de nuevo, pero ya sin tapujos. Morena propone abiertamente la reelección presidencial y lo hacen a través del congreso de la Ciudad de México.

Otra vez, algún legislador del partido del Presidente fue enviado para escabullir la iniciativa al Artículo 83 Constitucional para promover la reelección del poder ejecutivo en mandatos de cuatro años.

Un diputado local, cualquiera, que colara la iniciativa que buscaba ser aprobada por la mayoría obediente y después llegara, así como pateando un bote, hasta el congreso federal donde seguiría su curso legislativo.

El caso estalló antes de llegar al pleno del congreso local y solo dejó al descubierto esa obsesión de poder del régimen.

Además, en plena discusión nacional de la intentona presidencial de apropiarse de los organismos electorales y la representación legislativa.

En Morena la verticalidad es incuestionable y no hay un solo legislador que se atreva a actuar por motivaciones personales. Así que, ese intento reeleccionista llegó de algún mando del partido oficial.

Curiosamente fue en la Ciudad de México y curiosamente también si lograba su cometido de colarse por los caminos legislativos sería en beneficio de quien resultara ganador, o ganadora, de las elecciones presidenciales del 2024.

Ya el Presidente se encargó de quitarse cualquier máscara posible en sus intenciones de conservar el poder como sea a partir del 2024. Quizá no en su persona, pero sí en sus incondicionales.

Dos semanas completas de atacar violentamente a quien defiende las instituciones electorales y ahora el regreso a las calles con sus manifestaciones tipo opositor.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dio muestras que no hay asunto más importante en su agenda que el electoral.

Por lo que este torpe intento de promover la reelección a través del congreso local de la Ciudad de México no puede pasar como la ocurrencia de un diputado cualquiera.

 

     @campossuarez