Foto: Cuartoscuro / archivo / Agregaron que el 92% del maíz que se cultiva en Estados Unidos es genéticamente modificado, y que así seguirá porque de esa forma pueden conservar suelos y reducir insumos.  

Dos senadores de Estados Unidos pidieron a la representación comercial de ese país que solicite formalmente un proceso de consultas con México por el decreto presidencial que prohíbe las importaciones de maíz transgénico a partir de 2024.

“Escribimos para expresar nuestra preocupación por la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de prohibir las importaciones de maíz biotecnológico a México para 2024. Este compromiso contradice directamente las anteriores hechas por el Gobierno mexicano a Estados Unidos contenidas en el T-MEC”, escribieron Joni K. Ernst y Chuck Grassley en una carta dirigida a la representante comercial Katherine Tai.

“Le pedimos respetuosamente que solicite formalmente consultas sobre solución de controversias en virtud del artículo 31.4 del T-MEC. Si al final del periodo de consulta, México no ha confirmado que revocará su prohibición, el USTR (la oficina de la representación comercial de Estados Unidos) debería proceder con una solicitud para el establecimiento de un panel de solución de controversias”, expusieron en el documento fechado el 14 de noviembre.

El decreto publicado a finales de 2020 busca eliminar gradualmente el maíz transgénico y el herbicida glifosato para 2024. Quienes apoyan la prohibición sostienen que las semillas transgénicas pueden contaminar las variedades nativas ancestrales de México, y refieren que investigaciones muestran los efectos adversos del glifosato.

No obstante, grupos agrícolas de Estados Unidos han pedido a su Gobierno que impugne el decreto en el marco del TMEC, advirtiendo de un posible daño económico de miles de millones de dólares para ambas naciones.

Joni K. Ernst y Chuck Grassley, legisladores por Iowa, manifestaron su preocupación, toda vez que el estado es el principal productor de maíz, con un crecimiento de 2 mil 500 millones de bushels por año (unidad de medida), además de que exportan 16 millones de toneladas de maíz a México cada año.

Indicaron que cualquier interrupción de esos envíos afectará gravemente a los agricultores estadounidenses, a la economía estatal y habrá graves consecuencias económicas para todo el cinturón de maíz.

Agregaron que el 92% del maíz que se cultiva en Estados Unidos es genéticamente modificado, y que así seguirá porque de esa forma pueden conservar suelos y reducir insumos.

 

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