Como si esa comunicación hubiese sido enviada desde Sevilla por paloma mensajera o dentro de una botella dejada en el rio Guadalquivir, la selección mexicana recibió apenas este martes una noticia suscitada a mediados de agosto: que no dispone de Jesús Manuel “Tecatito” Corona para la Copa del Mundo.

Tres meses atrás debió quedar clara esa situación, asumiendo que el pronóstico de recuperación señalaba un plazo de cuatro meses para el alta médica, lo que de ninguna forma representa estar a plenitud futbolística o en mínimo ritmo competitivo para disputar un Mundial.

Así que en los sueños guajiros de nuestro Tricolor hacía falta que Corona le ganara en al menos mes y medio a su periodo de baja para volver a entrenar al inicio de noviembre y estar en condiciones adecuadas de reaparición tres semanas después.

Otra duda más bajo la que se trabajó en esta parte final del proceso mundialista. Duda que no debió ser a diferencia de las de Héctor Herrera, Raúl Alonso Jiménez, Rogelio Funes Mori y César Montes, todos ellos con mínimos minutos oficiales en el último semestre.

Nos acercamos al momento de la lista definitiva, el corte de cuatro jugadores más, y se asume que dos puestos propiciarán más inconformidades. Se sabe que Jesús Angulo y Erick Sánchez saldrán del plantel, a quienes se añadirá un hombre de banda y un delantero centro.

Roberto Alvarado o Diego Lainez compiten por la plaza en el costado. El primero, beneficiado por su constante juego en Chivas, así como por llevar integrado a la selección desde que comenzó la concentración. El segundo es suplente en el Braga portugués, mas ha respondido a Martino cuando es utilizado como relevo.

Según lo dicho por el propio seleccionador el martes, el debate sobre los nueves que van al Mundial ya no es entre los cuatro convocados (Raúl Jiménez, Funes Mori, Henry Martín y Santiago Giménez), sino sólo entre Raúl y Santi. Si el futbolista de Wolverhampton logra recuperarse, estará en el Mundial. Santi sólo se meterá si surge un revés en el camino de Raúl.

Medida que levantará muchas espinas… y no exclusivamente por Raúl, sino por Funes Mori, contrastando su estado de forma con el del líder de goleo de la Europa League, quien se ha especializado en optimizar sus minutos en la cancha anotando goles.

¿Qué pasaría si tanto Raúl como Rogelio prueban no estar siquiera cerca de su plenitud? Que el abanico ofensivo se recargaría en Henry y nada más que en Henry (por mucho que el Tata explique que tiene más jugadores a los que puede colocar en el eje de ataque como Alexis Vega, Hirving Lozano o el propio Alvarado… puestos a eso le faltó decir que en caso de requerirse también podría mandar al remate a un defensa central).

Con sus ideas irá hasta el final, por mucho que éstas luzcan cada vez más desapegadas a la realidad.

Desapego evidenciado al no querer creer ni a los médicos deportivos por Corona. Desapego reiterado ante la carambola que exige para llevar a Santi Giménez al Mundial.

 

Twitter/albertolati

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