200 países aprobaron este domingo debatir la idea de un fondo de daños y pérdidas por el cambio climático, al inicio de la conferencia anual de la ONU (COP27) que se lleva a cabo en Egipto este 2022, dominada por la preocupación ante los fenómenos meteorológicos extremos.
“Hemos sufrido a lo largo de este año acontecimientos (meteorológicos) dolorosos. Todos estos episodios representan una lección que debe ser aprendida”, declaró en la apertura el ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, al asumir la presidencia de la Conferencia.
La idea de un fondo mundial de “daños y pérdidas” es una vieja exigencia de los países pobres y en desarrollo, los más afectados por el calentamiento del planeta. Tras años de forcejeo, los países ricos accedieron a iniciar un diálogo sobre el espinoso asunto en la COP del año pasado, en Glasgow.
Este diálogo, que ahora forma parte de la agencia oficial en Sharm el-Sheij, tiene por delante aún dos años, por lo que en 2024 deberá tomarse una decisión definitiva. En juego están posiblemente centenares de miles de millones de dólares. Tan solo las recientes inundaciones que sufrió Pakistán este año supusieron pérdidas de unos 30.000 millones de dólares, según cálculos del Banco Mundial.
Más globalmente, las pérdidas y daños en las regiones más vulnerables de Asia, Latinoamérica, África y Oriente Medio podrían sumar entre 290 mil y 580 mil millones de dólares en 2030, y hasta 1.8 billones de dólares en 2050, según un estudio del centro de análisis Springer Open.
LEG