narcocultura
Foto: Cuartoscuro / archivo / En el museo de Badiraguato se contemplaba exhibir figuras y pertenencias de El Chapo y otros  

En México, la narcocultura se ha posicionado como una especie de evocación a la justicia por propia mano, ante los vacíos institucionales y la impunidad en un contexto de inseguridad provocado por el crimen organizado, en especial en las zonas abandonadas o rurales del norte, como el caso de Culiacán y Badiraguato, en Sinaloa, además de Baja California, señalaron especialistas.

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La admiración por la figura del antihéroe –aquel que logró burlar al poder– convierte en alguien positivo a quien quita vidas, despoja y destruye patrimonios, apuntaron Felipe Gaytán Alcalá y Mario Salomón, sociólogo y experto en seguridad, respectivamente.

LA ASPIRACIÓN SOCIAL

No obstante, Gaytán Alcalá precisó en entrevista con 24 HORAS que no es que la sociedad comparta los valores con los que los narcotraficantes o criminales se rigen, sino que ven en ellos sus aspiraciones económicas, de estatus social y de poder; “mira, aquel es un campesino que no sabe leer ni escribir, pero llegó a algo(…) creo que Rafael Caro Quintero no terminó ni la primaria”, dijo.

Este nivel de simpatía es exacerbado por la desconfianza y desaprobación al Gobierno, pero también por extrema pobreza, desempleo y la vida precaria, y los criminales aprovechan esas deficiencias construyendo caminos y pozos, repartiendo canastas básicas y apoyando a la población, apuntó Salomón, Country Manager de Grupo Multisistemas de Seguridad, a este medio.

“Está la parte mediática: narcocorridos, series de televisión, películas muy vistas, que cuando lo ven los niños y jóvenes los quieren emular y se convierten en ejemplo”, declaró.

Como lo fue el corrido dedicado a Joaquín, El Chapo, Guzmán en el aniversario de Culiacán y la más reciente propuesta del gobernador morenista de Badiraguato, José Paz López, de hacer un museo dedicado a líderes del narcotráfico.

La solución no es el castigo, sino que la ley se cumpla, las instituciones funcionen y el derecho se aplique donde hay impunidad y abusos, apuntó el sociólogo.

CONDUCTA APRENDIDA

(Algunos jóvenes o menores) dicen ‘bueno, prefiero vivir cinco años muy bien, a vivir 30 precariamente; llegan a conclusiones muy alejadas de la moral”

Mario Salomón Experto en Seguridad

No es una cuestión de leyes o multas, puedes poner las que quieras y las personas que delinquen te van a decir, ponme cinco más, es una cuestión cívica”

Felipe Gaytán Alcalá
Sociólogo de la UNAM

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