Tras el ataque que sufrió su marido, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, expresó sus sentimientos acerca del terrorífico momento que vivió junto a su familia en su casa de California.
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“Queridos colegas”, inicio la carta que escribió Pelosi el pasado 29 de octubre a todos los miembros del Congreso.
“Ayer por la mañana, un hombre violento irrumpió en la casa de nuestra familia, exigió confrontarme y atacó brutalmente a mi esposo Paul”, narró.
Se sabe que en esa mañana, Paul Pelosi, trataba de contener a un hombre que violentamente gritaba “¿Dónde está Nancy?”.
La policía dijo que cuando los agentes llegaron a la casa de la víctima, poco antes de las 02:30 horas de la madrugada, el agresor y Paul Pelosi estaban forcejeando por un martillo.
La titular de la Cámara de Representantes, la segunda en la línea de sucesión a la presidencia estaba en Washington en ese momento.
“Nuestros agentes observaron que el señor Pelosi y un sospechoso sostenían ambos un martillo. El sospechoso apartó el martillo del señor Pelosi y le agredió violentamente con él”, provocándole heridas en la cabeza y el cuerpo”, dijo el jefe de policía de San Francisco, Bill Scott.
Tras lo ocurrido, la familia aseguro que acusarían al hombre identificado como David Depape de 42 años por intento de homicidio, agresión con arma mortal, robo y otros delitos, sin embargo, este suceso causo otros daños en la familia de la presidenta.
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“Nuestros hijos, nuestros nietos y yo estamos desconsolados y traumatizados por el ataque que puso en peligro la vida de nuestro papá. Estamos agradecidos por la respuesta rápida de las fuerzas del orden y los servicios de emergencia, y por la atención médica que está recibiendo para salvarle la vida”, aseguró.
Tras la agresión, Paul fue enviado a un hospital local para una cirugía donde se reparó una fractura de cráneo además de otras lesiones, según un portavoz de su esposa.
Por el momento no se ha determinado el motivo del ataque aunque la investigación continua.
“Sepan que la efusión de oraciones y cálidos deseos de tantos en el Congreso es un consuelo para nuestra familia y está ayudando a Paul a progresar en su recuperación. Su condición continúa mejorando. También nos consuelan las palabras del Libro de Isaías: ‘No temas, porque yo estoy contigo. No desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré. Te sostendré con mi mano derecha justa. Le agradecemos y oramos por la seguridad y el bienestar continuos de su familia”, finalizó Nancy.
GR