CENOTES
Foto: 24 Horas Quintana Roo / En el lugar se puede practicar senderismo, nado, kayak, tirolesa, observación de vida silvestre y ciclismo de aventura  

Desde la década de los 60, el ejido Miguel Colorado, en Campeche ha realizado aprovechamientos forestales maderables y no maderables. La organización interna ha permitido el uso del territorio de manera ordenada y sostenible, promoviendo el desarrollo de actividades compatibles con la conservación, como la apicultura, ecoturismo y la artesanía, con equilibrio ambiental.

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La localidad tiene una superficie de 36 mil 600 hectáreas y forma parte de un corredor que conecta el macizo forestal de Calakmul y los humedales de Laguna de Términos, hogar de diversas especies de flora y fauna, incluyendo las que están en peligro de extinción.

ZONA DE TURISMO

En marzo de 2019, Laguna Mocu recibió su registro como Área Destinada Voluntariamente a la Conservación, con 8 mil hectáreas para conservación y actividades ecoturísticas de bajo impacto.

En el ejido se pueden visitar tres cenotes. Desde la ciudad de Campeche toma una hora llegar al municipio de Champotón, vía de acceso a Xbacáb, cuya desviación se ubica hacia Miguel Colorado, poco antes del kilómetro 20 de la carretera federal 261.

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El más concurrido es el de Miguel Colorado, donde se puede realizar senderismo, nado, kayak, tirolesa, observación de vida silvestre y ciclismo de aventura.

El más grande es el Cenote Azul, al que se tiene acceso a través de un camino rústico, que también va hacia el de los patos donde habitan muchas de estas aves, como el Patillo pijiji, originario de la región, y las especies migratorias Pato cerceta y moscovich.

Los Patos tiene un diámetro de 200 metros. Hasta ahora nadie ha bajado al fondo, ya que en las paredes hay grandes enjambres de abejas africanas, que pueden ser una amenaza seria en caso de querer descender.

La ruta continúa en medio de área de sembradíos y mecanizados que los conducirá al Cenote K41. Este es el más impactante de la zona, pues está oculto en la selva. Tiene unos 115 metros de profundidad y es el hogar de miles de murciélagos. Al anochecer, los mamíferos salen a buscar comida.

 

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