José Ureña
 

Viene el segundo apretón.

En víspera de dar salida a la iniciativa de la amanuense -¿priista?- del régimen Yolanda de la Torre, la alianza del Gobierno con el PRI entra a revisión.

Digámoslo en otros términos:

Es necesario advertir a quienes se prestaron a ese artificio la existencia de un poder unipersonal supremo y, en términos presidenciales, incapaz de olvidar.

-Perdono pero no olvido-repite López Obrador en sus sermones de la mañana, y pronto sus adversarios y nuevos aliados tendrán la prueba de esa autoridad ejecutiva.

Se reanudarán los llamados a muchos desde distintos ángulos -desde SAT hasta la UIF- para aclarar su situación personal.

La dependencia de Raquel Buenrostro tiene datos de todos los adversarios y la de Pablo Gómez vigila todos los movimientos financieros de todos los adversarios del régimen, como nunca en la historia de los neoliberales y de la corrupción.

Para eso es el poder.

COAHUILA, EDOMEX, INE

Y el poder es también para ver a los doblegados.

Ahorita los objetivos mayores son dos: el dirigente priista Alejandro Moreno, Alito, y el coordinador en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira.

Ambos son fundamentales para los sucesos de 2023.

Aquí está la clave:

Rubén Moreira es mentor de Miguel Riquelme, el gobernador de Coahuila, aquí entre nos el más reacio a someterse a los designios del poder federal y con una aceptación envidiable.

Él decidirá el candidato priista -y al final de la alianza Va por México si se recupera la confianza PAN y PRD en el PRI- y no tiene duda: Manolo Jiménez.

Un fenómeno popular como Esteban Villegas, a quien el aparato público no pudo tumbar en Durango cuando mandó todos los recursos federales para la expriista Marina Vitela.

Y en el Estado de México, aunque todo está en manos del gobernador Alfredo del Mazo, la bendición debe darla el comité nacional de Alejandro Moreno y Carolina Viggiano.

Y todas las encuestas lo anuncian: la morenista Delfina Gómez va de caída y la derrotarían cualquiera de las priistas, Ana Lilia Herrera o Alejandra del Moral, o el panista Enrique Vargas.

Claro, si el propio Del Mazo toma el control del proceso de postulación de Va por México y salva per se la coalición con el PAN de Marko Cortés y el perredista Jesús Zambrano.

Ese es el objetivo de Palacio Nacional con dos operadores, Mario Delgado en Morena y Adán Augusto López en Gobernación.

La embestida tiene objetivos: Coahuila, Edomex e INE.

KURI PARA PRESIDENTE

1.- Hay tres visitantes frecuentes en Querétaro:

El priista Miguel Ángel Osorio Chong, la panista Josefina Vázquez Mota y el perredista Miguel Mancera.

Hablan largo y tendido con el gobernador Mauricio Kuri… ¿para prepararlo como candidato presidencial de la alianza Va por México?

No suena mal.

Entre tanto, conviven felices con una apuesta: ¿cuál barbacoa es mejor, la hidalguense o la de Querétaro, esa calificada por Jesús Ernesto López Gutiérrez -el hijo presidencial, pues- como “muy chingona”?

-¿Cómo dijiste? -le preguntó López Obrador.

-Muy buena -corrigió el muchacho.

Y 2.- Hoy habrá una marcha.

Advertencia a un hombre muy cercano a Rogelio Ramírez de la O por agresión a su esposa.

Más datos: es jefe de asesores del secretario, vive en Palacio Nacional, pero los actuarios judiciales no han dado con Leonel Ramírez Farías.

LEG

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