José Ureña
 

Una tentación avanza entre priistas:

-Sumarse al partido del Gobierno.

Y muchos en Morena se ofrecen de enlace para incorporarlos o, como en el caso de las corcholatas, sumarlos a sus equipos de inmediato.

Ahora es el tiempo, intentan seducirlos porque vendrá la definición de la candidatura presidencial de 2024 y podrán estar en algún proyecto.

Hablemos de lo primero, del interés personal.

Es un tema recurrente en reuniones de distinto tipo, en especial en los desayunos o eventos sociales de exsenadores y exdiputados.

Antaño, cuando su partido estaba en el poder, eran promovidos esos actos e inclusive se les aglutinó en la Asociación Nacional de la Unidad Revolucionaria (UR).

Los últimos signos de vida los dio en el sexenio pasado, cuando el entonces dirigente priista César Camacho Quiroz encabezó la protesta de Humberto Roque Villanueva.

Agrupaciones similares se reproducían en los estados, pero se desdibujaron conforme pasaron a la oposición en lo individual o el partido entregaba los gobiernos locales.

LA INTEGRACIÓN DE EQUIPOS

Son tiempos de definiciones, se dicen.

Si no lo hacen ahora, pasarán otro sexenio fuera del poder y del presupuesto y lo más triste para un político es estar en el ostracismo.

Poco a poco veremos cómo caen en la seducción o en el interés, pues casi a diario conocemos nombres de tránsfugas del PRI a Morena.

Este lunes, por ejemplo, desapareció la bancada tricolor en el Congreso de Sonora, donde Ely Sallard Hernández y Karina Zárate se echaron en brazos de Alfonso Durazo.

Las negociaciones también dieron resultado con Héctor González de la Garza, exdiputado antaño ligado a Manlio Fabio Beltrones y quien fue designado delegado de la Gobernación por Adán Augusto López.

Resulta obvio: jugará con el tabasqueño.

Pero las otras dos corcholatas, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, también buscan operadores políticos para dar vuelo a sus pretensiones.

-Supe que te han buscado -digo a Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca, varias veces legislador y exsecretario de Elecciones del PRI nacional.

-Sí, es verdad, pero no me he comprometido con nadie.

LA INTELIGENCIA DE EBRARD

Ulises Ruiz analiza la personalidad de los cuatro aspirantes y es elogioso con Marcelo Ebrard.

-¿Él no te ha invitado?

-No él, gente suya.

-¿Y qué contestaste?

-La verdad: me simpatiza, pero no creo que vaya a ser el candidato. En Palacio sólo se ven dos, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, en ese orden.

-¿Y por qué Ebrard no?

-Tiene un defecto: es muy inteligente y la inteligencia no tiene cabida en este Gobierno ni contará para el dedazo definitivo.

Derivó el tema:

-Todas las semanas hay reuniones de exdiputados o exsenadores de tal o cual Legislatura y tú has asistido a varias.

-Sí, ¿por qué?

-Porque ahí se habla de migrar hacia Morena…

-Bueno, hay activismo en ese sentido. Yo no creo que los partidos tengan futuro. El futuro está en la organización civil.

Una gran primaria, sugiere, con un candidato presidencial arropado con más de 31 mil aspirantes de prestigio y base social para más de dos mil 800 cargos en 2024.

LEG

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