De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), presidida por el australiano Mathias Cormann, la economía mundial crecerá 3.0% en 2022 y 2.2% para el 2023 donde la guerra ha estado impactando negativamente en el crecimiento y en la presión inflacionaria. Bajo este entorno, se ve una rápida desaceleración en Estados Unidos al 1.5% en 2022 y apenas 0.5% en 2023 vs lo estimado por la propia FED hace unos días donde estima que al cierre 2022 la economía estadounidense crecerá apenas 0.2% y para el 2023 en 1.2%.

En Europa, destaca Alemania, donde el crecimiento económico 2022 se estima en 1.2% y para el 2023 una caída del 0.7%. Esta información también se está dando a conocer antes de los que se está sucediendo en Reino Unido en los mercados, ante la caída rápida de la libra esterlina y la rápida e importante presión al alza en la curva de sus bonos gubernamentales.

De las pocas economías con tasas de crecimiento negativo en 2022 y 2023 es justamente Rusia, quién ya viene registrando impactos de sus propias acciones y estimaron un PIB 2022 y 2023 de -5.5% y -4.5% anual respectivamente.

En el caso de México, se estima un crecimiento de 2.1% en 2022 y en 2023 del 1.5% anual con una inflación alta este año en 7.9% anual y un ajuste hacia el 4.9% anual en 2023, ajustando a la baja el ritmo de crecimiento y un aumento en los niveles de inflación respecto a su revisión de junio pasado.

Estas estimaciones también contrastan con las entregadas por la Secretaría de Hacienda en el Presupuesto 2023 que se está discutiendo en la Cámara de Diputados. Entendemos los compromisos del Gobierno federal en relación a los programas sociales, pero los recursos dirigidos a los proyectos de inversión deberían revisarse y ser responsables en realizar “ajustes” lógicos ante un entorno más adverso.

Las calificadoras crediticias han sido puntuales en el seguimiento al gasto público, a variables macro como la deuda / PIB, el déficit fiscal y algunos indicadores como una balanza comercial deficitaria creciente y en espera de ver la relación remesas–empleo de Estados Unidos en los próximos meses. Estamos jugando en la frontera y el riesgo es alto de un deterioro que afectaría movimientos del tipo de cambio inicialmente.

Walworth, preparados

En la empresa que comandan Salomón Waisburd Grinberg y Jacobo Waisburd Kleiman se tomaron muy en serio el simulacro nacional del pasado 19 de septiembre, que operó a nivel nacional la Coordinación Nacional de Protección Civil, de Laura Velázquez, con especial énfasis en 11 entidades propensas a sufrir daños. Walworth tiene su planta en Tepotzotlán, Estado de México, una de las zonas de mayor riesgo, por lo que activaron un protocolo que incluyó la capacitación práctica y operativa de su personal para estar preparados ante cualquier eventualidad, incluido el manejo de incendios. Hablamos de más de 19 brigadistas que en menos de 2 minutos evacuaron a 561 trabajadores. Hubo disparos de Dióxido de Carbono, polvo químico seco y agua simulando las adversidades en un escenario crítico pues para la firma especializada en la fabricación y customización de válvulas industriales, la seguridad es prioridad.

      @1ahuerta