Sin cambio alguno, Morena y sus aliados legislativos, aprobaron las reformas que le permiten al secretario de la Defensa Nacional, ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, y cuando la persona titular del Ejecutivo Federal disponga de su intervención para el auxilio de la Fuerza Armada permanente en el ejercicio de sus misiones.
Además de expedir los manuales de organización, de procedimientos y de servicio al público; elaborar los programas operativos y estrategias; organizar la distribución territorial y proponer adecuaciones a la estructura orgánica de la Guardia Nacional.
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Al argumentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, Rafael Espino, refirió que el proponer transferir el control operativo y administrativo actualmente adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a la Defensa Nacional “constituye un reconocimiento por parte del Ejecutivo federal de ajustar la estrategia de seguridad pública”.
Y explicó sus razones, entre ellas, los niveles elevados de violencia homicida intrafamiliar de género; una proyección que anticipa que el sexenio terminará con una cifra entre 215 a 220 mil asesinatos, y se cuentan 100 mil desaparecidos en 16 años.
“Un crimen organizado fuertemente armado, empoderado y violento que corrompe e interviene en procesos electorales y adquiere poder político para garantizar esa impunidad en sus actividades. Policías locales ineficientes y hasta inexistentes por falta de apoyos presupuestales; ministerios públicos escasos y sin capacitación, y fiscalías con autonomías cuestionadas”.
Sin embargo, estas razones no fueron suficientes para la oposición quienes consideraron que las reformas a Ley orgánica de la Administración Pública Federal, Ley de la Guardia Nacional, Ley del Ejército y Fuerzas Armadas y Ley de Ascensos del Ejército y de las Fuerzas Armadas Mexicanas; violan la constitución, por lo que advirtieron que presentarán una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“En Movimiento Ciudadano no vamos a acompañar la iniciativa de militarizar, todavía más, una Guardia que debería ser civil, vamos a votar en contra y vamos a interponer, en su caso, una acción de inconstitucionalidad” advirtió el senador Dante Delgado.
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Sin embargo, los senadores de Morena enfurecieron cuando la senadora del PAN, Lilly Téllez quien en referencia a Andrés Manuel López Obrador dijo que “hoy palidecen las memorias de Luis XIV y sus afanes de grandeza y despotismo ante el mesías tropical, ni más ni menos, ante ese que come sus garnachas sobre la Constitución, batea las leyes y pisotea el Estado de Derecho”.
En respuesta, el morenista, Héctor Vasconcelos amenazó a la senadora Lilly Téllez con demandarla penalmente por calumnias, difamaciones y daño moral al presidente de la República”, pero la también panista, Kenia López le recordó que ningún legislador puede ser reconvenido por sus dichos en tribuna.
“Son un grupito de agachados sin una pizca de dignidad y cómplices del pacto de Morena con el crimen organizado”, acusó Téllez y entre gritos de ¡traidora! ¡traidora!, la morenista, Lucía Meza, calificó de “vulgar usurpadora” a Lilly Téllez y le exigió renunciar a su cargo por dignidad y ser una “ingrata”; pero la panista le recordó que ella llegó por votación y no por la vía plurinominal.
El senador del PAN, Damián Zepeda, recordó a los morenistas las promesas de campaña de López Obrador, “ha fallado la estrategia de seguridad y yo te prometo que, si votas por mí, eso lo dijo él no yo, yo voy a cambiar la estrategia y voy a mandar a los militares a los cuarteles y voy a pacificar al país, y millones de mexicanos votaron por él por eso, cansados de la violencia en el país. Y hoy con la mano en la cintura: ¿Qué creen? Cambié de opinión.
“No, señor Presidente, no es tan fácil, es usted Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y la gente le dio un mandato: garantizar la paz. Responda, dé resultados”, exigió.
Los pares del presidente López Obrador no serán ni Juárez, ni Cárdenas, sino Echeverría y Díaz Ordaz”, acusó en tribuna el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, y dijo que el Presidente pretende ocultar el fracaso de su estrategia de seguridad.
Mientras que la presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, advirtió “que una eventual aprobación de este dictamen no debe ser entendida como un cheque en blanco. No es un cheque en blanco para la Guardia Nacional para sus mandos tácticos, estratégicos y operativos”.
Al inicio de la sesión las bancadas del PAN, PRI y Grupo Plural presentaron sendas mociones suspensivas y solicitaron parlamento abierto para analizar a profundidad la reforma, pero la mayoría de Morena y sus aliados votaron en contra de la misma al argumentar que debate ya se había dado en comisiones.
El líder de los senadores de Morena Ricardo Monreal votó en abstención luego de que en días previos declarara que los cambios a la Guardia Nacional tendrían que ser constitucionales.
La sesión continua con la discusión de los artículos reservados.
AR