¿Se puede cambiar? ¿O estamos condenados a repetir nuestros patrones de comportamiento tóxicos por toda la eternidad?

Si decidimos hacer lo correcto, aunque sea demasiado tarde, ¿cuenta?

Better Call Saul, la serie precuela de Breaking Bad—otra joya televisiva— que terminó este martes y que se coloca en el podio como una de las mejores de todos los tiempos, pondera estas preguntas en el espectador todo el tiempo. Desde sus primeros capítulos seguimos la historia de Jimmy McGill, un abogado tramposo constantemente batallando entre hacer o no lo correcto.

Parte por lo cual es grandiosa de principio a fin, no solo son memorables y complejos personajes, historias con total congruencia—aunque sean cocinadas a fuego lento— y sus poéticos usos del lenguaje cinematográfico para elevar sus dilemas temáticos. Su eje central, acerca de nuestras tendencias de comportamiento y nuestro sentido de ética, resuenan como nada en este mundo.

No me gustaría entrar en detalles para no arruinar la serie a quienes no la han visto. Mas ciertamente sus tesis, en cuanto a naturaleza humana se refiere, es cautivadora. Better Call Saul nos habla sobre si es posible huir de nuestros propios demonios, de qué nos apoya o nos retrocede al camino a la paz mental, y cómo poder lidiar con el trauma y la culpa.

¿Se puede realmente vivir sin consecuencias? Si nos libramos de las leyes, la gente y sus problemas, siempre nos perseguirá la consciencia. Porque esta serie se atreve a apelar en que todas las personas tienen un código de raíz, y aunque a veces justifiquen las consecuencias de sus actos, es inevitable no cargar con los errores. Pero tarde o temprano, podemos pagar el precio y salir adelante, para estar en paz con nuestras decisiones e intentar ser mejores seres humanos.

El mejor entretenimiento es el capaz de dar mensajes fuertes para cambiar realmente a las audiencias. En este caso, Better Call Saul quedará marcada para la historia, porque el “camino fácil”, así como hacer las cosas por odio o amor, es el eje de la existencia humana.

Después de todo, nuestro carácter, nuestra moral y la percepción que tiene la gente sobre nuestra identidad se determina a través de acciones. Por eso Jimmy, a pesar de sus cientos de errores, es tan querido. Así como los increíbles personajes de Kim Wexler, Howard Hamlin, Nacho Varga, Mike Ehrmantraut e incluso seres un poco más apáticos como Chuck McGill, serán recordados por muchos, muchos años. Porqué series tan capaces de entender la experiencia humana como Better Call Saul no crecen en los árboles. Menos cuando dicen algo tan poderoso: nunca es tarde para hacer lo correcto.

Pueden encontrar la serie completa en Netflix.

 

 

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