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Foto: AFP / Biden puntualizó que los ciudadanos de su país ahorrarán “cientos de dólares” en los costos de energía eléctrica mediante estímulos fiscales  

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este martes la Ley para la Reducción de la Inflación que contempla más aspectos que los que el nombre de la misma manifiesta.

El mandatario certificó el decreto que buscará reducir costos a las familias, combatir el cambio climático, reducir el déficit y hacer que las grandes corporaciones paguen su “parte justa” de impuestos.

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“Por décadas, intereses particulares han bloqueado el progreso de las familias estadounidenses. Esto acaba con la Ley de Reducción de la Inflación”, afirmó en Twitter el presidente.

Como uno de los puntos clave de la ley recién firmada, Biden puntualizó que los ciudadanos de su país ahorrarán “cientos de dólares” en los costos de energía eléctrica mediante estímulos fiscales que faciliten comprar tecnología de energías limpias y coches eléctricos.

La Ley para la Reducción de la Inflación se basa en tres ejes bastante significativos para la administración de Biden: salud, medio ambiente e impuestos.

En cuestión de servicios de salud pública, el decreto contempla que el programa Medicare pueda negociar los precios de medicamentos de prescripción, con lo que, afirma, se reducirá el tope de gastos a 50 millones de beneficiarios a 2 mil dólares mensuales.

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Para el tema de medio ambiente, la ley contempla la devolución del 30% de impuestos si adquieren paneles solares, así como de hasta $7,500 dólares para la compra de vehículos eléctricos nuevos y $4,000 para usados.

Con esto, el gobierno de Biden espera que para 2030 haya instalados 950 millones de paneles solares, 120 mil turbinas eólicas, 2,300 plantas de baterías y se reduzcan hasta mil millones de toneladas métricas de emisión de gases de invernadero.

En el aspecto fiscal, la ley firmada por Biden establece el pago mínimo del 15% del total de las ganancias de las 55 compañías más grandes en Estados Unidos, lo que permitirá ahorrar hasta 124 mil millones de dólares en un periodo de 10 años. Asimismo, hace énfasis en que ningún ciudadano que gane menos de 400 mil dólares al año pagará más impuestos durante su administración.

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