Rumbo a 2023 la atención se ha centrado en las elecciones del Estado de México en donde “las encuestas” limpiaron el camino a Delfina Gómez y al Grupo Texcoco, encabezado por Higinio Martínez y Horacio Duarte, pero en Coahuila la disputa por la candidatura se torna cada vez más intensa.

Los pronósticos indican que el candidato que abandere a Morena muy probablemente será el gobernador, pero su triunfo en las urnas coahuilenses no significa que la ideología de la 4T sea la que tome las riendas de la entidad, incluso hay perfiles con claros vínculos con la oposición.

En la lista de aspirantes para representar a Morena se encuentran el senador Armando Guadiana, el exdiputado Luis Fernando Salazar y el subsecretario federal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía; los tres ya enfrascados en una dura lucha de posicionamiento en la opinión pública y en las estructuras políticas del estado norteño, así como en Palacio Nacional.

Guadiana Tijerina, empresario del carbón en Coahuila, fue el candidato del morenismo en el 2017; era la figura más cercana a López Obrador hasta que empezaron a tener diferencias ideológicas relacionadas con la industria energética; por ejemplo, con el aprovechamiento de la técnica del “fracking”.

La distancia entre Armando Guadiana y el líder moral de la 4T se hizo más grande cuando el legislador fue señalado como propietario de empresas en paraísos fiscales, de acuerdo con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación; específicamente, se denunció que Guadiana era beneficiario de un fideicomiso de más de 28 millones de dólares en las Islas Vírgenes Británicas.

En respuesta, el senador se convirtió en el más crítico opositor a la labor de investigación de organismos como la Unidad de Inteligencia Financiera. En este marco, aseguran en Coahuila, el argumento más fuerte con el que cuenta el senador Guadiana para alcanzar la candidatura de Morena es el apoyo que obtendría en el proceso electoral de un aliado estratégico: el exgobernador y actual diputado priista, Rubén Moreira.

Los mismos argumentos los ofrece, pero del lado del PAN, Luis Fernando Salazar, exsenador precisamente de Acción Nacional durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, e integrante de una bancada en la que compartía proyectos con los calderonistas Roberto Gil, Javier Lozano y Jorge Luis Lavalle.

Salazar cuenta ya con un periodo como diputado morenista; pero la animadversión que guarda AMLO por Felipe Calderón es un lastre que lo podría dejar en el camino. La apuesta más viable de Morena es entonces el subsecretario Ricardo Mejía, cuyo único obstáculo para encabezar el proyecto, dicen los morenistas, es que se le atraviese en el camino la posibilidad de ser fiscal.

 

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Bofetada a madres buscadoras

El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, espetó un “yo tampoco le tengo confianza” a la madre de una joven desaparecida que le pedía una reunión formal para hablar sobre el trabajo sin resultados de la autoridad: “¿Usted confía en mí?”, preguntó el funcionario. “No, yo no confío en nadie”, respondió una de las mujeres. “Pues yo tampoco confío en ustedes…”

 

  @chimalhuacano