Adrian Trejo
 

El fin de semana pasado quedó claro por qué Morena no es un partido político, sino una conjunción de tribus -algunas caníbales- que se disputan el poder -y el presupuesto- al mejor precio.

La cooptación, la coerción, el acarreo, el pago por votos, en fin, todos los vicios que se la pasan criticando al viejo PRI fueron puestos en práctica en la elección de los candidatos a consejeros nacionales.

Y aunque ya sabemos que la explicación que dará hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador y el dirigente de Morena, Mario Delgado, será que “grupos ajenos, externos’’, trataron de reventar la ejemplar elección, nunca como sábado y domingo pasados fueron documentadas en video las luchas en lodo por el poder.

¿Por qué eran importantes las elecciones de los consejeros nacionales?

Porque se trata de una especie de politburó que será el encargado de decidir sobre las candidaturas a diputados, senadores, gobernadores y a la Presidencia de la República en 2024.

Todas las corcholatas tenían interés en colocar al mayor número de representantes de sus grupos en dicho Consejo.

Por eso se dio el cochinero que atestiguamos, algunos en vivo, y otros a través de videos profundamente reveladores.

¿Quién ganó en las “elecciones’’ del fin de semana? o, mejor dicho, ¿cuál grupo ganó el mayor número de consejeros?

Eso lo sabremos en los próximos días.

Lo que sí se puede ver con claridad fue quién perdió con este espectáculo.

Perdió Morena, que no deja de ser un conjunto de tribus dispuestas a todo por el poder; perdió Mario Delgado, rebasado y sin peso para contener a tiempo las inconformidades.

Perdió el presidente López Obrador al permitir que Delgado siga en la presidencia de Morena cuando su incapacidad para contener o negociar con los grupos está comprobada.

Y perdió la credibilidad el partido en el Gobierno de cara a su cruzada por una reforma electoral.

Si ni siquiera es capaz de organizar sus propias elecciones, ¿cómo la gente podría confiar en que fueran “los ciudadanos’’ los encargados de organizar un proceso tan complejo e importante que requiere un amplio conocimiento de leyes y reglamentos?

Al final, seguramente la elección de los consejeros morenistas terminará judicializándose, como le pasaba al PRD en todas sus elecciones, hasta la de la reina del carnaval.

Veremos en qué acaba la comedia.

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No es común, nada común, que un gobernador que dejará el poder en 5 semanas herede a su sucesor o sucesora, obras en proceso con los recursos garantizados para terminarlas.

Ayer el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González encabezó una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador en la que se dio el banderazo a 4 obras de infraestructura por un monto de 7,300 millones de pesos.

Las tres de las cuatro obras iniciarán en los primeros días de agosto y una cuarta comenzó hace unas semanas.
El plazo para la terminación de estas obras es a mediados del próximo año por lo que la inauguración corresponderá a la próxima gobernadora, Mara Lezama.

López Obrador agradeció la colaboración de Carlos Joaquín; eso, más la derrama de recursos a semanas de que deje el cargo, parecen ser el gesto presidencial para sumar al todavía gobernador al gabinetazo.

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La bancada del PRI en San Lázaro reprobó “la incapacidad del Gobierno’’ de llevar un registro real sobre las muertes por Covid, luego de que el Inegi informara que durante 2021 murieron de 424 mil 509 personas por el virus pandémico, lo que significa más de 125 mil que las 299 mil 428 reportadas por las autoridades sanitarias de manera oficial.

Ups.

LEG