Ángel Álvaro Peña

Sin duda el mayor enemigo de los partidos políticos en México es su democracia interna. Así ha sucedido en todos los partidos del país, desde 1929 año en que nació el primer partido.

Mientras más cerca está del poder hay mayores conflictos internos y posibilidades de división. Esto lo hemos visto a lo largo de la historia y en el caso de Morena, ante la proximidad de sus elecciones internas cada quien hace su versión de la situación como mejor le conviene y lo que pasa es que quieren un pedacito del pastel como siempre ha sucedido en la historia de la política mexicana.

Las interpretaciones sobre la realidad interna del país son variadas y dependen de la consigna que cada líder imponga a sus seguidores.

El primero en desconfiar y cuestionar las encuestas fue Ricardo Monreal, porque ni siquiera se presentaron las facturas de las empresas encuestadoras y nadie cree que las hayan elaborado gratuitamente. Es decir, no había constancia de que se hubieran realizado, esta falta de democracia convierte a la cúpula de Morena en centro del dedazo donde se eligen las candidaturas a cargos de elección popular.

Todos dicen tener una razón de peso para ser candidatos. Ya sea porque fueron fundadores, porque marcharon en la lucha, porque pegaron propaganda, porque acompañaron a López Orador en su lucha contra el desafuero, por mil razones más. El hecho es que no se trata de un escalafón sino de una selección de aptitudes más que de actitudes. No puede encargarse alguien que apenas y sabe leer, de la cultura. Hay perfiles que hay que llenar y no huecos que ocupar.

Lo cierto es que el artículo 6 A, de los estatutos del partido en el poder, protegiendo de intromisiones de otros partidos las candidaturas, delegaciones y consejerías de Morena. Porque desde la fundación de Morena, llegaron de otros partidos, principalmente del PRI, a ocupar no sólo puestos clave sino candidaturas que corresponden a los morenistas, y, lo que es peor, a mitad del camino se cambian de partido engañando a quienes votaron por ellos y traicionando al partido.

Pero Morena carga con más lastres que, de hecho, le impedirían realizar estas elecciones internas, como es el hecho de que carece de un padrón actualizado. Se calcula que tiene más de 4 millones de militantes, pero su padrón ante el INE no rebasa los 300 mil. Lo cual, si bien no pone en peligro su registro sí, realiza elecciones con fantasmas, y cálculos sin base.

Es decir, se corre el peligro de que el INE, así como se las gasta, es capaz de invalidar todo lo que ahora hacen los militantes de Morena con tanta pasión y denuedo.

Morena cerró su afiliación, precisamente por la carencia de un padrón real desde hace más de dos años y no se sabe con quiénes cuenta, sobre esta base nadie puede certificar si se trata de militantes o no, quienes compitan por ser consejeros.

Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores fue el segundo en levantar la voz en palabras de la senadora Malú Micher, quien se pronuncia abiertamente por su candidatura y cuestionó el proceso interno de Morena y denuncia la opacidad de las encuestas y la falta de piso parejo para elegir al abanderado, o abanderada, en la elección del 2024.

Ante esta situación se crean expectativas y tendencias políticas y partidistas que empiezan a definirse el próximo sábado 30 de julio, cuando habrá elecciones para consejeros en Morena, y cada distrito, sección, región, estado, municipio tratará de allanar el camino a sus favoritos.

El escenario político coloca a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX, como la aparente favorita del titular del Gobierno federal, seguida del secretario de Relaciones Exteriores y luego del encargado de la política interna del país, Adán Augusto López, donde algunas corrientes internas del partido guinda han señalado que existen “dados cargados”.

El pasado fin de semana, el grupo Progresistas por la Unidad y piso parejo de Morena, afín a Marcelo Ebrard, solicitó a los dirigentes nacionales, Mario Delgado y Citlalli Hernández, garantizar las condiciones de igualdad para todos los aspirantes a la Presidencia de la República en 2024.

Este martes, el presidente de la República y fundador de Morena, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el partido tendrá un proceso con “piso parejo” entre los aspirantes y sin “dedazo” a través de las encuestas, método que el senador Monreal, no sólo rechaza, sino que podría tener como pretexto para salirse de Morena y con él sus seguidores, a pesar de que la intención del voto, dentro y fuera de Morena, no supera un dígito de porcentaje.

Si quiere la unidad Mario Delgado deberá idear su forma de elección, o bien combinarlo con otros que ya han sido utilizados sin crear tanto descontento como es el caso de la tómbola; sin embargo, la ausencia de una oposición real anuncia una victoria para el partido en el poder. Es decir, en este momento Morena está en la cancha, tiene el balón, pero no tiene rival a la vista, el debería ya estar haciendo ejercicio de calentamiento, pero ni eso se percibe del lado contrario.

En primer lugar, las encuestas no tienen testimonio de haber existido para seleccionar a los candidatos este año y el anterior. Además, más de un morenista afirma que son manipulables o susceptibles de manipulación porque, aseguran, “ellos las hacen”.

A tiempo los morenistas colocaron en la conciencia de la población la palabra “traidor”, primero para acusar a quienes no votaron a favor de la reforma eléctrica y luego para denominar a quienes se salgan del partido. Con este adjetivo deberán cargar algunos distinguidos militantes que quieran competir por la Presidencia de la República en otro partido, de tal suerte que hasta los precandidatos más rebeldes han reiterado que no se saldrán de Morena.

Por su parte, López Obrador reaccionó a los reclamos de la senadora Martha Lucía Mícher, al señalar que “se tiene que buscar la democracia” al interior del partido.

PEGA Y CORRE.- Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, dio a conocer que se estima que en 2022, Estados Unidos entregue una cifra récord de 356 mil visas de trabajo a mexicanos, situación que se acordó en la más reciente visita del presidente de México al presidente Biden del vecino país…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.