PASANTES OAXACA
Foto: @luriiqueen / El pasado jueves médicos pasantes protestaron en la capital para pedir a las universidades que los envíen a las comunidades de alto riesgo  

La inseguridad, violencia, explotación y precariedad a la que se enfrentan los estudiantes de medicina que realizan su servicio social en centros de salud de comunidades rurales del país, ha sido recurrente desde hace décadas, mientras que las instituciones escolares y las jurisdicciones médicas se niegan a brindarles protección, a menos que sean “casos de gravedad”, señaló la pasante Fernanda Hernández en una entrevista con 24 HORAS.

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A raíz de la muerte de Érick Andrade, en Pueblo Nuevo, Durango -el pasado 15 de julio- el gremio salió a las calles a lo largo del país, para solicitar el fin del servicio social y la Asociación Mexicana de Facultades de Escuelas de Medicina ha llamado a que sus integrantes retiren a los estudiantes de las unidades de salud por la inseguridad.

La directora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro, Guadalupe Zaldívar, reconoció que en los pasantes recae el peso de dar seguridad a las comunidades alejadas y vulnerables, aún cuando no están titulados y tienen retribuciones económicas bajas.

Pero el reclamo no es nuevo, en 2015, por ejemplo, la comunidad de Salud de Nuevo León marchó en Monterrey para exigir que pararan los secuestros en el gremio.

SOLOS Y SIN COBIJO

En su sexto año de licenciatura en Medicina, los estudiantes se enfrentan a un año de servicio social con pagos que van de 800 a mil 700 pesos quincenales, en zonas rurales y lejos de la población, con jornadas de tiempo completo.

El pasado viernes, 24 HORAS publicó la denuncia de personal de Salud de Oaxaca, el cual refería que han identificado al menos 16 zonas de riesgo para que los universitarios realicen su labor social.

Al paso de los años la situación sigue igual. En 2011, María Castro, como pasante en Ixmiquilpan, Hidalgo, vivió sola en su centro de trabajo, con carencias, hambre y falta de recursos; hoy, como médico de base, confirma que la situación no ha cambiado.

Un día robaron el kinder cercano a mi CS y aunque no me pasó nada, al estar sola en medio de la nada sí sientes angustia, reconoce.

JORNADAS INEQUITATIVAS

Los pasantes también se quejan porque la carga de trabajo es inequitativa.

En una unidad de salud de Hidalgo, por poner un ejemplo, entre enero de 2019 y marzo de 2022, los pasantes atendieron a 3 mil 797 pacientes, mientras que los de base, solo a 607, de acuerdo con un documento al que este diario tuvo acceso.

Testimonios recabados detallaron que a la infraestructura hospitalaria le hace falta bardas, mallas, candados o guardias, lo que vulnera su integridad y el equipamiento del lugar; para reportar anomalías, deben llamar a su jurisdicción.

CITAS:

No es necesario el servicio; en el internado ya haces esa práctica(…) las sedes que nos brinda la escuela no son favorables y cada vez es más inseguro”
-Isabel Juárez
Pasante en Temoaya, Edomex

Casi nadie quiere rural porque(…) no hay materiales y medicamentos, se enfrentan a grupos delictivos y, si eres mujer, a la discriminación”
-Alejandra Manrique.
Estudiante de Medicina

No te muevas o te mato

Alicia está a punto de terminar su servicio social luego de un cambio de sede en Tecámac, Estado de México, y de haber sido encañonada, sin que hasta ahora se haya detenido o identificado al responsable del delito.

A cuatro días de haber iniciado con su pasantía, un hombre armado irrumpió en su centro de salud y luego de cargar su arma le pidió: “Dame tu celular, no te voy a robar, dame el celular y no vayas a llamar a la policía”; ella accedió, pero él seguía sin creerle y volvió a apuntarle: ‘No te muevas de aquí o te mato’”.

La pasante se refugió en la cama de exploraciones mientras escuchaba cómo golpeaban y amenazaban al médico de base y a la enfermera, tras enterarse de lo ocurrido, la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM, le ofreció el cambio de centro y presentó la denuncia correspondiente, pero las secuelas la obligaron a pagar un psiquiatra por su cuenta. “Yo cerraba los ojos para dormir y sentía a la persona con la pistola en mi cabeza”, contó.

Las drogaron los adscritos

Jimena realizó su servicio social en 2021, en el Estado de México. Al llegar supo que no tendría a un médico de base, pero con el tiempo, indicó, “fue bueno”.

En medio de la pandemia, los doctores adscritos les realizaron una fiesta de bienvenida a la que ella y dos de sus compañeras dudaron ir; sin embargo, por las presiones, accedieron.

En el lugar tomaron algunas bebidas y tras un par de horas decidieron retirarse porque estaban incómodas, pero comenzaron a sentirse mal físicamente; 24 horas después se realizaron una prueba antidoping y resultaron positivas.

“Se lo comentamos a mi coordinador y dijo que no sabía nada(…) los adscritos se burlaron y dijeron que las pasantes cada vez aguantaban menos”, relató.

La agredieron y resultó reportada

Penélope inició su servicio social en 2020, en Santo Domingo Aztacameca, Estado de México, y durante el primer mes de 2021, una paciente le lanzó un puñetazo en la cara, sin razón; posterior a eso, la esperaba afuera de la unidad médica y la amenazaba.

Ella presentó su denuncia en el Ministerio Público; sin embargo, la única restricción que le pusieron a la paciente fue informarle que Penélope ya no la atendería.

Ante la inacción, la pasante se quejó en redes sociales de lo que pasó y el jefe de enseñanza de la jurisdicción le informó que levantaron un oficio en su contra.

“El resto de mi servicio social me acosaron mis autoridades(…) fue un asco y por esa y otras razones no me gusta ejercer la medicina”, dijo.

 

Nos obligaban a justificar robos

Karla Estaba en una unidad del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) en Tlalnepantla, querían que los pasantes justificáramos algunas cosas que, hasta meses después, nos dimos cuenta que eran artículos que el personal de base se robaba, aunque nosotros nos negamos. Después me fui a otro CS y ahí me pusieron a hacer notas de pacientes fantasmas. Dos meses después mandé un escrito, pero siguieron las amenazas; un día el ayudante de Administración me dijo que: ‘Cuál era cuál era mi pedo con ellos que no estuviera armando desmadres’(…) -llegué a grabar-. De mi jurisdicción me llamaron y dijeron -a manera de amenaza- que desconocían mi denuncia y que de él dependía si yo terminaba o no el servicio.

¿Cómo surge el servicio social para los alumnos?

A finales de 1935, el entonces director de la Escuela de Medicina de la UNAM, Gustavo Baz Prada, propuso el servicio social para esa carrera y en 1936 fue obligatorio tras un convenio entre la universidad y el entonces Departamento de Salubridad Pública (hoy Secretaría de Salud).

En agosto de ese mismo año salió la primera generación de pasantes a lugares del país donde no existían suficientes profesionales para atender a la población, y después fue requisito en todas las escuelas y facultades universitarias.

Actualmente este trabajo se realiza en el sexto año de la carrera, como trámite para obtener el título y cédula de médico.
LEG