Diana Kennedy
Foto: Sectur / Diana Kennedy falleció este domingo en Zitácuaro, Michoacán, donde residía de forma permanente  

La eterna enamorada británica de la cocina mexicana, Diana Kennedy falleció este domingo en Zitácuaro, Michoacán, donde residía de forma permanente, luego de una vida dedicada a la investigación, la promoción y la enseñanza de la cocina tradicional mexicana, país que la acogió con gusto.

Quizá su nombre nunca recibió mucha atención mediática, sin embargo, Kennedy tiene un lugar privilegiado en la cultura culinaria de México, por sus indiscutibles aportes a ésta, los cuales están distribuidos en nueve libros, cinco traducidos al español; en ellos, la autora redescubre los sabores y las texturas que disfrutaban los ancestros mexicanos, que dan cuenta de su labor de divulgación de las tradiciones casi perdidas, que fueron extendiéndose por todo el mundo y propiciaron el desarrollo de la comida mexicana en Estados Unidos.

Además, recibió la pertenencia a la Orden Mexicana del Águila Azteca, la cual es la distinción más alta entregada a extranjeros por su labor para la nación, así como la pertenencia a la Orden del Imperio Británico, por lo que Carlos, el príncipe de Gales, probó las delicias ancestrales de las que hablaba Kennedy en La Quinta Diana, su casa de Michoacán.

La relación de Diana con México tuvo lugar gracias a su esposo, Paul, quien se desenvolvió como periodista para el New York Times, y a quien conoció en Haití en 1952, y luego del fallecimiento de éste, Kennedy decidió volver al país a vivir para lo que le restó de vida en una casa ecológica ubicada en Michoacán, misma que la vio morir tranquilamente a los 99 años.

En 2019, Elizabeth Carroll desarrolló un filme en el que se vio la labor de la investigadora; viajaba en una vieja camioneta a través de terracerías en busca de recetas de pueblos recónditos con el fin de cautivarse y posteriormente cautivar con ello al mundo entero; precisamente durante la presentación del documental, fue la última vez que se vio a Diana en público, en el pueblo mágico de San Miguel de Allende.

Diana Kennedy deja un vacío importante para la cocina y para la humanidad misma, sin embargo, también deja un legado en el que luchó porque el mundo conociera las cualidades culinarias de un país con tanta diversidad en distancias muy cortas.

Con información de Quadratin

LEG