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Foto: @LOPEZOBRADOR_ / AMLO prometió garantizar el abasto de gasolina en la frontera con Estados Unidos  

El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a su homólogo estadounidense, Joe Biden, una serie de planteamientos de colaboración entre ambas naciones enfocados en el fortalecimiento económico de la región de América del Norte, propuestas calificadas como viables por especialistas, aunque algunas ya se han planteado o bien, se ejecutan actualmente.

En su visita, el mandatario mexicano planteó ayer ordenar el flujo migratorio y permitir la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales –mexicanos y centroamericanos– de distintas disciplinas con visas temporales de trabajo con el objetivo de asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra.

Jesús Carrillo, economista en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), refirió que, dado que en Estados Unidos hay pocos trabajadores para un amplio número de vacantes en el mercado laboral, se ha generado un encarecimiento de la mano de obra, complicando aún más los elevados niveles de inflación que observan en ambas naciones.

En ese sentido, apuntó que todas las ideas que pudieran surgir en torno a permisos provisionales de trabajo, suman para ayudar a aliviar los precios, que han mostrado niveles históricamente altos en décadas.

Sin embargo, Juan Carlos Baker, académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, señaló que las visas o permisos de trabajo son un tema delicado para Estados Unidos “y no solamente depende de la voluntad o del interés del Biden”, ya que tiene que pasar por varias leyes y decisiones que se toman en el Congreso estadounidense.

Carlos Alberto Bautista, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, indicó que la propuesta de visas temporales es similar al programa Bracero que se observó en tiempo de la Segunda Guerra Mundial, cuando, ante la falta de mano de obra de los norteamericanos, quienes se acudieron al conflicto bélico, los mexicanos previamente contratados se iban hasta por un año al país vecino a trabajar en el campo y las fábricas, y posteriormente se regresaban a México.

“En Estados Unidos se requería mano de obra que fuera barata y que aparte fuera muy trabajadora, y por eso se quedó el programa. El bracero ya se iba contratado hasta por un año en Estados Unidos y después regresaban para acá. Entonces, es un programa que ya existía, solamente es llegar a reciclarlo nuevamente”, agregó.

En el encuentro, López Obrador también expuso que aunque en la relación comercial bilateral ya se han eliminado algunos aranceles, “existen algunos otros que podrían suspenderse de inmediato, y hacer lo mismo con medidas reglamentarias y trámites tediosos en el comercio de alimentos”, aspecto con el cual coincidieron los especialistas, sin embargo, también destacaron que la gran mayoría de las exportaciones tienen gravámenes muy bajos o inexistentes.

En este punto, el académico lasallista explicó que los productos mexicanos se enfrentan a “barreras no arancelarias”.

Detalló que, una vez que los productos mexicanos llegan a Estados Unidos, se les imponen permisos previos y regulaciones técnicas por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) y por el Departamento de Agricultura, mediante las cuales, por leyes de bioseguridad y bioterrorismo, si llegan a encontrar alguna bacteria que podría resultar sospecha, las mercancías son devueltas a México.

Otro de los puntos que abordó públicamente el presidente de México ante Biden fue el compromiso de garantizar el abasto de gasolina en la frontera con Estados Unidos, con el objetivo de que los automovilistas estadounidenses se beneficien de un precio más económico.

“Es un señalamiento de algo que ya sucede en la práctica, pero decir que va a continuar garantizándose esa capacidad de surtir indirectamente esos precios –de la gasolina–, implica que el subsidio que da a México, ahora lo va a recibir el consumidor estadounidense”, agregó Juan Carlos Baker.

 

LEG