Un antiguo programador de la CIA fue hallado culpable en la corte federal de Nueva York, este miércoles, por la filtración de valiosas herramientas de ciberataque de la agencia de inteligencia estadounidense a Wikileaks, dos años después de que se anulara su proceso.

Joshua Schulte, de 33 años, trabajaba para la unidad élite de ciberataque de la CIA cuando sigilosamente tomó herramientas del “Vault 7”, que usó para entrar en computadores objetivo y sistemas de tecnología y que compartió con el colectivo antisecretos tras renunciar a su trabajo.

El “Vault 7” era una recopilación de malware, virus, troyanos y fragmentos maliciosos que, una vez eran filtrados, estaban disponibles para ser usados por grupos de inteligencia extranjeros, hackers y ciberextorsionistas alrededor del mundo.

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Fiscales dijeron que Schulte era un empleado resentido y que filtró los 8.761 documentos para dañar a la agencia.

“Schulte era consciente de que el daño colateral de su acción podía suponer una amenaza extraordinaria para esta nación si se hacía pública”, dijo el fiscal estadounidense Damian Williams en un comunicado.

La filtración tuvo “un efecto devastador en nuestra comunidad de inteligencia al proveer inteligencia crucial a quienes quieren hacernos daño”, explicó Williams.

Schulte era sospechoso cuando Wikileaks empezó a publicar los secretos, pero en 2017 solo fue acusado por tener una extensa recopilación de pornografía infantil en su computador.

Luego se añadieron cargos por robo y transmisión de información de seguridad nacional. En 2020 un jurado lo condenó solo por cargos menores.

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El miércoles, un nuevo jurado condenó a Schulte por ocho cargos bajo la Ley de Espionaje y uno por obstrucción a la justicia. Todavía enfrenta el proceso separado por pornografía infantil.

La filtración, que conmovió a la CIA en marzo de 2017, fue catalogada como la pérdida de material clasificado más dañina en la historia de la agencia de inteligencia.

LDAV