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Con el fin de concientizar sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y ejercerlos a plenitud, la presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, informó que la Cámara de Senadores trabaja en una reforma que establece la obligación del Estado a priorizar la educación sexual y reproductiva, de particularmente para niñas, niños y adolescentes, a partir de los 12 años cumplidos.

Durante la inauguración del foro “Rompiendo paradigmas, educación sexual incluyente para la infancia y adolescencia”, la senadora detalló que el proyecto reforma el artículo 38 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, y los artículos 4 y 58 de la Ley General de las Niñas, Niños y Adolescentes con el objetivo de que la educación cuente con una perspectiva de autonomía progresiva de la sexualidad.

El especialista en desarrollo humano, Vidal Schmill, dijo que es fundamental la implementación de políticas dirigidas a la educación, preparación y actualización de las madres y padres de familia en esta materia, “pues no se trata de ser especialista, pero si se necesitan fundamentos, pues ya no es válido decir, yo voy a educar a mis hijos como a mí me educaron”.

Expresó que los padres de familia deben estar completamente involucrados en este proceso educativo, y no proporcionarlo, se podría considerar una negligencia que afecta a los niños, porque debido a esta carencia se cometen una gran cantidad de abusos.

Señaló que la niñez, en muchos casos no es capaz de saber que los están padeciendo, hasta que lo procesan muchos años después, lo que impacta y se refleja en la sociedad.

“Hay quienes piensan que educar es pervertir, pero no educar sexualmente a un hijo, debería estar considerado como negligencia parental”, aseveró.

Los componentes de una buena educación sexual son la reproductividad, el género, el erotismo y la vinculación afectiva, los cuales se encuentran entrelazados y representan un patrón de referencia durante toda la vida.

Señaló que la reproductividad no es el único elemento de una buena educación sexual, pues en México se registran 350 mil embarazos adolescentes al año, casi mil por día; “es indispensable dejarlos ser niños, pero no ignorantes”.

LDAV