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Foto: AFP / Mario Marcel, afirmó que, para que esas cifras fueran correctas, tendrían que parar todas las operaciones y no recuperar esa producción en el futuro  

El cierre de Fundición Ventanas, una de las instalaciones más contaminantes en Chile, llevó a los miembros de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) a convocar una huelga indefinida que en su primer día terminó con 18 detenidos y un fallido intento de diálogo con el gobierno.

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“A esta hora, tenemos reportes desde las otras divisiones señalándonos que hay pleno apoyo a esta paralización y en solidaridad de los trabajadores y trabajadoras de la División Ventanas”, informaba el comunicado de la FTC de ayer.

Por la tarde, al menos 18 manifestantes fueron detenidos por la Policía cuando bloqueaban el ingreso a la división El Teniente, ubicado en la región de O’Higgins, en el centro del país.

Amador Pantoja, presidente de la Federación, indicó que el paro podría causar una pérdida de 20 millones de dólares por día para la estatal chilena, responsable de entre 10 y 15% del PIB chileno.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que, para que esas cifras fueran correctas, tendrían que parar todas las operaciones y no recuperar esa producción en el futuro. “No hay paralización, hay alteración en el acceso de trabajadores”, señaló el titular de la cartera.

El cierre de la Fundición Ventanas se realizó después de un nuevo episodio de contaminación del aire el 9 de junio, que afectó a 115 personas -entre ellas 50 menores-, que fueron diagnosticadas con “intoxicación por gases desconocidos” a causa de las emisiones del enorme parque industrial de la zona.

La organización medioambiental Greenpeace calificó esta zona como el “Chernóbil chileno” luego de que en 2018 unas 600 personas de Quintero y Puchuncaví acudieron a centros médicos vomitando sangre, parálisis de las extremidades y extrañas ronchas en la piel de los niños.

“No queremos más zonas de sacrificio ambiental (…) Como chileno, me avergüenza”, dijo el viernes el presidente Gabriel Boric, al anunciar el progresivo cierre de la planta.

Los sindicatos consideran arbitraria la decisión, y exigen al gobierno del izquierdista que invierta, a través de la chilena Codelco, 54 millones de dólares para que la planta cumpla con los estándares ambientales necesarios para operar.

El gobierno anunció la reinversión de 30% de las utilidades anuales de la compañía -que por ley debe entregar todas sus ganancias al Estado- hasta 2024, mientras que la directiva de Codelco convocó a una reunión a los trabajadores de Ventanas para iniciar un diálogo que resuelva el conflicto, pero los manifestantes no asistieron.

Ante barricadas incendiadas y con banderas de Chile, decenas de trabajadores se manifestaban bloqueando el acceso de Ventanas. “No al cierre, sí a la inversión”, indicaba una de tantas.

CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

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