Hay que tenerle más miedo a la inflación y al incremento en las tasas de interés que a los temores de los mercados de que venga una nueva recesión el próximo año.

Claro, si lo que busca es anticiparse al comportamiento de otros inversionistas, entonces sí hay que estar atentos a la discusión candente que ahora mismo se desarrolla sobre las posibilidades de que en el 2023 se registren datos negativos en la actividad económica de los Estados Unidos.

Lo que hoy anticipan en los mercados es que, con la subida en las tasas de interés, habrá una disminución en la economía estadounidense hasta lograr dos trimestres consecutivos negativos que le den el sello oficial de recesión. Y eso sin tomar en cuenta si la medicina amarga del aumento del costo del dinero realmente va a poder contener del todo las presiones inflacionarias.

Claro que es mala noticia para una economía como la mexicana que no logra recuperarse del derrumbe histórico del Producto Interno Bruto del 2020 y que ha encontrado en el mercado de las exportaciones al norte el único motor sostenido de recuperación.

Pero lo que hay que ver es que hoy tenemos una inflación que se resiste a disminuir, que los productos agropecuarios y los alimentos en general mantienen tasas de inflación de dos dígitos y que la inflación subyacente, esa que no se ve influida por las temporadas, sigue con presiones que nos hablan del contagio en muchos precios de la economía.

Hay que ver lo que implica para nuestras finanzas personales que el aumento en los precios implique un menor poder de compra. Si la salida en casa es una disminución en los niveles de consumo, ahí tenemos nuestra propia desaceleración o quizá hasta recesión en el hogar.

Y si mantenemos los niveles de consumo apoyados en el crédito, hay que atender la otra noticia de hoy que es el incremento de las tasas de interés que usa el Banco de México para contener la inflación.

Si sube el costo del dinero es precisamente con el objetivo de pensar dos veces si vale la pena pagar más intereses por el dinero prestado o si bien conviene ahorrarlo con un premio mayor.

A nivel de cancha, en el hogar, esa tasa de casi 8% que seguramente hoy determinará la Junta de Gobierno del Banco de México para su referencia interbancaria es solo un indicador de las noticias financieras del día.

Porque, si estamos hablando de lo que cobra una tarjeta de crédito por concepto de intereses, entonces hay que ver costos anuales totales de entre 60% y 100% anual.

Los inversionistas de Wall Street están hoy preocupados por una posible recesión en Estados Unidos a mediados del próximo año. Una condición de la que, además, nos vamos a enterar ya que pase, porque los datos económicos siempre llegan con retraso.

Mejor hay que ocuparnos de nuestros propios gastos y costos financieros. La inflación alta implica reconsiderar los gastos y si seguimos gastando igual con el apoyo del crédito, podríamos estar en la antesala de nuestra propia y pronta recesión.

 

  @campossuarez