El Movimiento Ciudadano postulará al senador Juan Zepeda como candidato a gobernador del estado de México, el próximo año.

No solo porque carece de cuadros con peso específico en la entidad, sino porque Zepeda goza de una buena reputación y compitió, hace seis años, por el cargo bajo la bandera del PRD.

La presencia de Zepeda en la competencia le viene bien a la alianza Va por México, independientemente de quién sea el candidato opositor.

Con una buena campaña, el legislador podría ser el verdadero caballo negro de la elección, dependiendo de cómo se comporten sus adversarios.

Por ejemplo, si Morena se decide por Delfina Gómez, y tal parece que lo hará porque por ley de paridad deberá postular un hombre y una mujer para las elecciones en el estado de México y Coahuila -en este estado se da por hecho que el abanderado será el subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía Berdeja-, la sola comparación de currículos beneficiará al emecista.

Zepeda no trae los negativos que le pesan a los favoritos de Morena, Gómez y Horacio Duarte, ambos cómplices en la trama de descuentos salariales ilegales a más de 500 trabajadores del ayuntamiento de Texcoco que se utilizaron para financiar las actividades del partido guinda.

Evidentemente el candidato/a de Morena tendrá el aparato del Estado a su favor, algo contra lo que tendrán que luchar igualmente Zepeda y el abanderado/a de la alianza opositora.
Lo mejor que le podría pasar a Va por México, es la atomización del voto.

Si bien en el estado de México se mantienen grupos leales al PRI, con representantes fuertes, también es cierto que una eventual fractura interna provocada por una mala selección del candidato representaría el fin de la hegemonía tricolor en la entidad.

Zepeda puede ser factor para uno u otro lado, pero de que hará un buen papel -si Dante Delgado no cambia de opinión-, lo hará.

Por lo pronto, como los boxeadores en el último round, solo tiene que “darle bola’’ a los ataques de los que seguramente será objeto a partir de este día.

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Hablando del MC, el problema del abasto de agua ha evidenciado las carencias no de infraestructura, sino de oficio político del gobernador Samuel García y de paso del presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas.

El gobernador tiene como principal bandera, hasta el momento, el encarcelamiento de Jaime Rodríguez, El Bronco, a quien por cierto le cambiaron la prisión preventiva por domiciliaria.
Es muy probable que en las próximas semanas El Bronco sea sancionado económicamente y después puesto en libertad.

La Fiscalía estatal dejó mucho que desear con su actuación en el caso de la muerte de la joven Debanhi Escobar; sin embargo, peor se vio el gobernador reclamando al fiscal del estado que no le haya informado sobre la carpeta de investigación.

En la crisis del agua, Samuel García nos regaló una frase de esas que pasarán a la historia; cierto, el abasto de agua corresponde a la Conagua y el de energía eléctrica, a la CFE.

Peeeeero es mucho más fácil que Manuel Bartlett atienda al gobernador que a Juanita Pérez, vecina de Monterrey, que se queja de la falta de servicio.

¿Y Colosio? Ha guardado silencio, aunque el problema también tiene que ver con su administración.

Si ambos personajes son las cartas que tiene el MC para disputar la presidencia en 2024, más le vale a Dante Delgado que los deje de ver con la benevolencia de un padre y les exija resultados.

Que para eso están.

LEG