Foto: Cuartoscuro / Naason Joaquín García fue sentenciado en California. EU. Fieles de esa iglesia aseguran que los delitos fueron “fabricados”  

Naason Joaquín García, el jefe de la iglesia de La luz del mundo fue condenado ayer a 16 años y ocho meses de cárcel por abusar sexualmente de tres menores de edad en California, Estados Unidos.

Naason Joaquin Garcia, de 53 años, se declaró culpable por estos hechos la semana pasada y fue arrestado en California en 2019 por crímenes cometidos entre 2015 y 2018, mientras encabezaba la organización religiosa internacional con sede en México y que reivindica cinco millones de adeptos en el mundo.

Además de García, hay otro par de acusado y quienes también se declararon culpables, de forzar a sus víctimas a tener relaciones sexuales escudándose en la religión.

El jefe religioso lo negó durante mucho tiempo, pero terminó por “declararse culpable” en un acuerdo con la justicia por violación sobre dos menores y un acto de agresión sexual contra una niña de 15 años.

Antes de anunciar la cuantía de la pena infligida a García, el juez Ronald Coen pidió disculpas a las víctimas, muchas de las cuales querían entregar su testimonio en el juicio inicialmente previsto esta semana en Los Ángeles; reclamaban la pena máxima para el violador.

“Tengo las manos atadas. Pero el mundo las escuchó”, agregó Coen, quien calificó al condenado como un “depredador sexual”.

“Merece quedarse en la cárcel para siempre, pero eso seguiría sin ser suficiente”, dijo una de las víctimas en una declaración leída a la audiencia.

“Me quitó la fe (…) Me usó y utilizó mi fe en Dios y mi inocencia”, agregó otra.
Pese a los testimonios y al hecho de que su jefe reconoció los hechos, La luz del mundo renovó públicamente su respaldo a quien considera como “Apóstol de Jesucristo”.

No obstante, la organización acusa a la justicia de haber “fabricado” pruebas contra García y de no haberle permitido tener un juicio justo.

No tuvo, según la iglesia, “otra opción que aceptar un acuerdo” y declararse culpable, como el “mejor medio para proteger a la Iglesia y a su familia”.

“Nuestra confianza en el sigue intacta en todo conocimiento de su integridad, de su conducta y su trabajo”, afirma el culto.

LEG