@guerrerochipres

La elección es de quien la trabaja. Lo mismo ocurre con la seguridad y lo que llaman “el territorio”. Eso vale para lo nacional y lo local.

Cuando a los opositores de Andrés Manuel López Obrador les cuesta trabajo encontrar explicación de su fracaso electoral aducen que el Presidente hizo amañadamente “algo”. Cuando ganan, ocasionalmente, es porque la sociedad, sostienen, castiga “justamente” al mandatario o a una persona cercana a él.

Nunca se explica por qué unas veces aplica la sabiduría que castiga al mandatario o al elector. Y la clave continúa en el trabajo local.

Si el poder e imagen presidencial lo fueran todo, los opositores a la 4T habrían perdido Aguascalientes y Durango. Habrían sido seis de seis para Morena.

En el conjunto de claves de la victoria electoral está la sinergia accidental o construida entre la comprensión de las necesidades populares y su satisfacción; la calidad real o percibida de las candidaturas, la inversión y dirección impresa en la campaña y la fortaleza o debilidad del adversario.

Retrospectivamente, es el caso, por ejemplo, de lo que sucede en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde el tema de la percepción de la calidad del Gobierno, el avance en seguridad, la conexión con el territorio y la misma atención concedida a los propios votantes que a los ajenos está asociado, en conjunto con los resultados registrados: el mejor cuatrimestre de los últimos ocho años, reducción de 91% en secuestro o de 71% en extorsión aunque existe, hay que decirlo, un repunte en robo a transeúnte y robo a cuentahabiente en los últimos dos meses.

Y eso también es importante. Reconocer lo que falta.

Así lo hace el alcalde Francisco Chíguil Figueroa en la reunión diaria del gabinete que encabeza para atender el tema de seguridad. Él y las alcaldesas y alcaldes de Iztapalapa, Clara Brugada, Azcapotzalco, Margarita Saldaña, y de Iztacalco, Armando Quintero, puntean en asistencia y supervisión de sus respectivos gabinetes. La asistencia es una variable que ayuda. Lo es la política social.

Para Chíguil es muy sencillo: “Nosotros ponemos una luminaria igualmente en Lindavista como en la colonia Vista Hermosa”, siendo la primera una colonia tendencialmente panista y la segunda morenista, allá arriba, en lo más alto del Chiquihuite, más allá de donde llega la terminal del cablebús.

Morena tendrá 20 gubernaturas. En contraste, el PRI quedará con dos. Y el próximo año las perderá. Salvo evidencia en contrario que presente lo que queda del líder del PRI, Alejandro Moreno. Esas alitas parecen ya no alcanzar para volar.

Las que son útiles son las alitas de la comprensión del Gobierno como tarea cotidiana de acercamiento con resultados. Pero también reconocimiento de problemas. Con Chíguil, estuve presente en su gabinete, se analiza y se intenta resolver. También en el caso de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien informó que la capital nacional ganó el premio del Desafío de Ciudades. Y ya se trazan e identifican mil retos para poder volar.