¿Qué le hicieron los trabajadores de México a la 4T?, ¿por qué esta administración se ha ensañado con este sector? Han reducido plazas gubernamentales, quitaron incentivos fiscales a las empresas limitando la creación de empleos y, por si fuera poco, tienen a la economía descontrolada al grado de que el salario cada vez alcanza para menos.

El presidente López Obrador llegó al poder gracias al voto de casi 33 millones de mexicanos y seguramente gran parte de ellos eran trabajadores; sin embargo, la respuesta y las acciones del Ejecutivo para este sector no han sido las esperadas, más bien van de desilusión en desilusión.

Para los primeros meses de 2019, el Gobierno recortó 8 mil plazas, para 2020 se sumaron más despidos y, para los que lograron conservar su trabajo, la 4T por decreto del propio Presidente decidió bajar el aguinaldo de 40 a 20 días, aun cuando esta medida viola la Constitución. Pero, ahí no para, desde inicios de 2022 trabajan en un plan para erradicar 17 oficinas, es decir, más familias perderán su fuente de ingresos en nombre de la llamada “austeridad”.

Los daños no quedan en el sector público, la administración morenista eliminó para las empresas los incentivos fiscales, y remató con un segundo impacto al no dar estímulos durante la pandemia de Covid-19. Acciones que trajeron consigo la pérdida de 2.4 millones de empleos, la mayoría, trabajadores del sector servicio quienes ganan no más de dos salarios mínimos; perdieron sus ingresos y, de paso, la seguridad social.

Las malas decisiones y los fallidos planes de apoyo a la economía familiar han golpeado prácticamente a toda la clase productiva de este país, sin distinción de cargos, de puestos o de sectores, todos sí o sí hemos sido arrastrados por la inflación.

De nada ha servido el intento de control de precios, disfrazado de pacto por el Gobierno, a la inflación nada ni nadie la detiene. Ni para huevos y mucho menos para pollo, estos alimentos que salían al rescate ante los altos precios de la carne roja, sufrieron un fuerte encarecimiento y registran su alza más elevada en 20 años, limitando día a día el acceso de estos productos a los que menos ganan.

De acuerdo con varios análisis, el precio de la canasta básica subió en promedio 466 pesos en tan solo cuatro meses, en términos claros pasó de 763 pesos a 1229, un alza de 35%.

No es que yo lo diga, lo escucho a diario entre los trabajadores, no les alcanza; con tal de salir del paso muchos se están comiendo sus ahorros para el futuro, así lo indicó la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera: que 86% de las personas utilizaron ahorros, mientras que 20% recurrió al empeño.

Por si fuera poco, los trabajadores estamos librando una batalla más: la reforma laboral aprobó topar las utilidades a tres meses de salario, desmoronando así la ilusión de salir de deudas con un recurso con el que nadie se metía, ya que está protegido por la Constitución.

Violando la Constitución y pisando las conquistas laborales, la 4T hizo que las utilidades cayeran en algunos casos hasta 80%. Nosotros nos amparamos con la intención de recuperar lo que nos arrebataron, pero no podremos hacer nada frente a los despidos, frente al incremento de la canasta básica, frente a la inflación, frente al alza de energéticos, frente a todo.

¿De dónde quiere la 4T que comamos?, ¿de dónde quieren que saquemos adelante a nuestras familias?, ¿de dónde pagaremos nuestras deudas y sobre todo cuánto tiempo tardaremos en recuperarnos de esta embestida que no han visto, que no han dimensionado y que no les importa?

 

   @CarlosPavonC