Con su humor mordaz, el sueco Ruben Ostlund ha sabido imponer con pocos filmes su estilo satírico, hasta convencer al jurado de Cannes para otorgarle una segunda Palma de Oro este sábado por Triangle of sadness.

Cinco años después de haber sido coronado por The square, sobre el mundo del arte contemporáneo, el director hizo reír a carcajadas a la Croisette con esta sátira sobre las clases más privilegiadas.

En el filme, Ostlund crítica sin tapujos el capitalismo y sus excesos.

Educado por una madre comunista, el sueco, que se autodefine como “socialista”, no ha optado por el camino más fácil “describiendo a los ricos como malos” sino que ha intentado más bien “comprender sus comportamientos”.

El director saltó a la fama con Fuerza mayor (2014), y su análisis de una familia moderna, con un padre que escapaba a una avalancha, con su teléfono celular en la mano, pero dejando a sus hijos ante el peligro.

La cinta obtuvo el Premio del Jurado en 2014 en la sección de Una Cierta Mirada de Cannes. Esta tragicomedia también le abrió las puertas a la industria estadounidense.

En 2017, hizo saltar de risas al público de Cannes al llevarse la Palma de Oro por The square. Para este film, trabajó con la estadounidense Elisabeth Moss (Mad Men), el británico Dominic West (The Wire) y el danés Claes Bang, que protagonizaba la historia.

Esquí y YouTube

Bang interpretaba a Christian, el director de un museo de arte contemporáneo que preparaba una exposición sobre la tolerancia, pero que él mismo deja un poco de lado.

“La película se interesa en la forma en que consideramos y oponemos la responsabilidad individual y la de la sociedad” y examina “cómo nos cuidamos unos de los otros”, explicaba a la revista Variety.

Para este seguidor empedernido de Youtube, el filme está hecho más de situaciones que de personajes. La prensa sueca lo describió como “un cleptómano”. “Roba situaciones de su propia vida, de sus amigos (…) y YouTube para sacar ficciones”.

Nacido en 1974 en Gotemburgo, donde todavía vive, este director de mirada azul estudió dirección. Ahí filmó una parte de “The square”, además de en Estocolmo y Berlín.

Empezó en el cine haciendo películas de esquí, una de sus pasiones, cuando trabaja en las estaciones de los Alpes en los años 1990.

“Guardo de esos años una perseverancia increíble. Estábamos fuera todos los días de diciembre a abril. Tenemos el triple de días de rodaje que cuando filmamos un largometraje”, recordaba en una entrevista con la agencia de prensa TT Spektra en 2013.

Su determinación también viene de su infancia, cuando se comportaba como “un dictador llevado por una cierta noción de justicia”, dice.

LDAV