IRENE ESPINOSA
Foto: Cuartoscuro / archivo / “Aumentar el ritmo de ajuste de la postura monetaria a 75 puntos base es necesario para lograr la convergencia a la meta dentro del horizonte de planeación”: Subgobernadora Irene Espinosa  

En la reciente decisión de política monetaria de Banxico, cuatro de los cinco miembros de la Junta de Gobierno votaron por elevar en 50 puntos base la tasa de referencia a 7%. El voto disidente fue el de la subgobernadora Irene Espinosa, quien se pronunció por un alza más fuerte, de tres cuartos de punto, para aumentar el poder de fuego contra la elevada inflación.

La economista argumentó que la aceleración de la inflación por encima de lo esperado ha propiciado que los ajustes a la tasa aplicados en meses recientes tengan un efecto limitado sobre la tasa de interés real, que se mantiene por debajo del nivel requerido para lograr la convergencia a la meta del banco central de 3%.

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“Frente a estos resultados, un entorno de mayor incertidumbre, condiciones externas más adversas y un balance de riesgos para la inflación deteriorado y sesgado al alza, es indispensable actuar con determinación, firmeza y oportunidad”, dijo según las minutas de la reunión del 12 de mayo.

Sostuvo que aumentar el ritmo de ajuste de la postura monetaria a 75 puntos base es necesario para lograr la convergencia a la meta dentro del horizonte de planeación, y reforzar la credibilidad en el compromiso del banco central con su mandato prioritario, que es mantener la estabilidad de precios.

En junio pasado, Banxico inició un ciclo de alzas a su tasa luego de no haberla incrementando desde diciembre de 2018. La entidad argumentó entonces que las cadenas de suministro y los procesos productivos de bienes y servicios seguían afectados por la pandemia, pero consideró que los choques serían de carácter transitorio.

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Los primeros cuatro aumentos fueron de un cuarto de punto, pero a partir de diciembre pasado y hasta la decisión del 12 de mayo los cuatro incrementos fueron de medio punto porcentual.

Otro de los miembros expuso que aumentar la tasa en 75 puntos base sería un mensaje más fuerte del compromiso con el objetivo de Banxico, pero al final voto por un alza de medio punto porcentual.

“Esta medida disiparía aún más cualquier duda cualquier duda sobre la autonomía y refrendería la obligación moral con el segmento más vulnerable de la población”, manifestó.

Sin embargo, hizo notar que una posible alza de tres cuartos de punto en el anuncio de principios de mayo sorprendería al mercado y analistas, lo que dificultaría las previsiones de la trayectoria de la tasa de referencia y distorsionaría la interpretación de la función de reacción.

Agregó que un incremento de ese tamaño sugeriría una menor sensibilidad a las condiciones cíclicas de la economía, y que podría marcar un nuevo ritmo de ajuste difícil de reducir en el contexto de una inflación elevada, un ciclo de la Reserva Federal muy restrictivo y un ajuste monetario en México que va para largo.

Por el contrario, expuso que un aumento de 50 puntos base ya estaba descontado por el mercado y analistas, mandaba un mensaje de compromiso con el objetivo prioritario y que era congruente con la narrativa de ajustes graduales. Además, da tiempo para comunicar la posibilidad de un incremento en el ritmo de ajuste monetario.

 

 

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