El periodismo y el entretenimiento, dos líneas siempre ininteligibles. Después de todo, sabemos dos cosas primordiales: quien está detrás de un producto mediático es un ser humano y el ser humano está atraído a los problemas. Si el periódico dijera “todo está bien” cada día en primera plana, nadie lo leería. Si una nota no generara polémica, no tendríamos la sed de leerla. Si el periodista solo relatara las nuevas sin ni una pizca de emoción, o si la noticia en cuestión no fuera por lo menos un poco dramática, los noticieros serían un rotundo somnífero. Sobre todo cuando hablamos de la era moderna, donde la atención es esporádica, las noticias deben ser entretenidas para captar la atención de su público, sin importar qué tan íntegras sean o si se está comunicando la verdad absoluta al aire. Al final, todo es negocio.


Con tales cuestiones lidia la obra de teatro Network, basada en la película homónima de 1976 y llevada al teatro anteriormente en Nueva York y en Londres. En la versión mexicana, presentada en el Teatro de los Insurgentes y dirigida por Francisco Franco Alba, tenemos a Daniel Giménez Cacho en el rol protagónico, quien interpreta a Howard Beale, un conductor de noticias que será despedido después de una larga carrera en el noticiero debido a los bajos ratings de su programa. Como ya no le queda motivo de vida, él anuncia al aire que se suicidará al aire durante de su última presentación. Aquel hecho desencadena todo el juego de poder, entretenimiento y discusión de la trama.


Giménez Cacho es extraordinario como Howard, representando su crisis de una forma palpable y auténtica, pero Arturo Ríos y Zuria Vega le siguen también la pista con la interpretación de sus complejos personajes. Sus actuaciones tienen un gran libreto del cual respaldarse, cuyo argumento cae solo un poco durante el inicio de la segunda mitad de la obra, para luego se levanta con su desalentador desenlace. Asimismo, la ingeniosa escenografía, combinando pantallas alrededor del escenario, y colocando la acción a doble relieve cuando ocurren las escenas en el set de filmación, nos transportan al Nueva York de la década de los 70, incluso con algunos trucos bajo la manga que nos sumergen en la puesta en escena de una forma mucho más profunda. Todos estos elementos acompañan el poderoso mensaje aparentemente interminable: ¿somos esclavos del entretenimiento y del consumo?


Lxs invito a ver la obra para que cada unx llegue a sus propias conclusiones. Network se presenta los fines de semana en el Teatro de los Insurgentes. Consulta horarios
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