Amedrentar a adversarios, condicionar embajadas, acusar sin pruebas, descalificar, comprar votos, acarrear personas y amenazar, son algunas prácticas de las que Morena y sus gobiernos se han valido para ganar elecciones.

Lo vimos el domingo 10 de abril en la consulta para la revocación de mandato, cuando ni los acarreos ni las amenazas de que les quitarían los apoyos ni el dinero, logró que más de 30 millones de ciudadanos acudieran a votar.

Aun así, como era de esperarse, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró el resultado como un triunfo; no obstante que sólo acudió a votar 18% del padrón electoral y no el 40% que se requería.

Al parecer las prácticas ilegales las aprendieron bien, ni bien se había oficializado el resultado de la consulta, cuando los morenistas comenzaron a amedrentar a la oposición en la Cámara de Diputados para que aprobaran la reforma eléctrica que propuso el presidente López Obrador.

57 votos eran los que en inicio le faltaban al partido del mandatario para lograr su cometido: cambiar la Constitución y regresar el monopolio para la generación de energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El PAN, PRI, PRD y MC comenzaron firmes la semana en su convicción de no otorgar un solo voto a la reforma; pero conforme las presiones desde el Ejecutivo federal y algunos estados iban escalando, las convicciones se fueron desvaneciendo.

Y para muestra una embajada. Resulta que desde el martes de la semana pasada se tenía programada una reunión de las comisiones de Relaciones Exteriores en el Senado, para ratificar el nombramiento de Carlos Miguel Aysa González como embajador de México en República Dominicana; no obstante, ésta no se llevó a cabo.

Un día después, el hijo de quien se quedara como gobernador suplente del priista Alejandro Moreno en Campeche, Carlos Miguel Aysa Damas, anunció que otorgaría su voto a favor de la reforma eléctrica y, acto seguido, fue presentado como nuevo integrante de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y seguramente esta semana veremos la ratificación de su papá como embajador.

Además, en Campeche, la gobernadora Layda Sansores, fiel seguidora de López Obrador, permitió actos vandálicos en la sede del PRI estatal y amenazas a sus legisladores para que cambiaran el sentido de su voto; incluso la mandataria estatal informó que su excontrincante de Movimiento Ciudadano, Eliseo Fernández, tiene una orden de aprehensión en su contra. ¡Qué casualidad!

Queda claro que Morena, sus gobernadores y legisladores están dispuestos a hacer absolutamente todo lo posible e imposible, aunque esté fuera de la ley, para cumplir los caprichos de su líder, López Obrador.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¿Tiene el Gobierno de México la capacidad para explorar y extraer el litio que piensa nacionalizar el Presidente, o será otra manera de desincentivar las inversiones que ya se tienen y que se proyectaban para obtener el mineral con el que se fabrican baterías de autos, computadoras y teléfonos celulares?

 

@aguilarkarina