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Foto: Gibrán Villarreal / Al comedor ubicado frente al Panteón de San Fernando también acuden trabajadoras sexuales y familias con pequeños en carreola  

Durante más de 20 años, Gloria ha vivido en las calles. Para sobrevivir, recolecta cartón, latas y aluminio para vender, pero también pide limosna. Con una cobija descosida y sucia se protege del frío cuando duerme cerca del Metro Hidalgo.

Así como Gloria, suman mil 200 indigentes en la CDMX, según datos del Inegi. “Hay cinco veces más gente en situación de calle en la alcaldía Cuauhtémoc”, explica Francisco Rosas, quien fue voluntario en comedores emergentes y ahora tiene su propia asociación para ayudar a gente vulnerable.

Gloria es una de las personas en situación de calle que acude puntual a las dos de la tarde a un comedor emergente ubicado en las afueras del Panteón de San Fernando, en la colonia Guerrero.

“Traes tu plato y te dan de comer, puedes repetir si quieres y te pones a platicar aquí”, cuenta la mujer, quien no oculta un apetito voraz.

Los indigentes llegan con su plato y su vaso para que el voluntario les sirva arroz, frijoles y nopales en salsa roja, mientras que otros juegan cartas o sólo conversan. Algunos comparten el vaso y lo lavan en las fuentes del parque.

También asisten trabajadoras sexuales y familias con pequeños en carreola. Todos se sientan a comer en donde les resulta más cómodo.

“Limpiamos parabrisas y nos venimos a comer. Vivimos en la esquina, tenemos cobijas y jabón”, dice la madre de dos niños, confusa tal vez por el hambre o por algún otro motivo peor. Y es que Francisco Rosas apunta que otro de los mayores problemas en la zona es el consumo de drogas, en particular los solventes.

Iván, encargado del comedor emergente que depende de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social, lleva un registro de la gente que asiste: su nombre, edad y dónde duerme. Para su sorpresa, quienes más acuden son personas de la tercera edad.

“Tienen que venir con cubrebocas, su propio plato y vaso, de dos a tres de la tarde. Son raciones aproximadamente para 100 personas. Este comedor comenzó en la pandemia (de Covid-19) hace dos años y muchas veces no llega a alcanzar la comida para todos”, explica.

FRASE:
“Tienen que venir con cubrebocas, su propio plato y vaso, de dos a tres de la tarde. Son raciones aproximadamente para 100 personas”
Iván
Encargado del comedor de la Sibiso en la colonia Guerrero

LEG