Pancho Graue

En esta fecha conoceremos las consecuencias de la Consulta de AMLO y Morena, los resultados son intrascendentes. Ese día, esta macroencuesta disfrazada de ejercicio democrático nos mostrará si, después del enorme despliegue de recursos de todo tipo y forma desde el Gobierno, la 4T fue capaz de movilizar a su movimiento y al menos mantener su base electoral; 30 millones de votos y una participación de 63.4% del padrón electoral.

¿Cuál es la trampa de esta consulta? En aquellos países en los que existe la revocación de mandato, no sólo se pregunta si debe ser depuesto el mandatario en turno, lo importante es que, en caso de ser revocado, los ciudadanos puedan votar quién va a suceder al Presidente depuesto. Eso es una consulta de verdad.

En el hipotético -e improbable- caso de que AMLO y Morena logren mantener su base electoral, los méritos serán de AMLO y de nadie más. Pero si lo anterior no se logra –como es previsible– sólo habrá un culpable: el INE.

A partir del lunes 11 de abril todos los esfuerzos de AMLO, de su Gobierno y de Morena, estarán enfocados en destruir a como dé lugar al INE. Ante la penosa ausencia de los partidos políticos de oposición, el INE es la única institución política del país con valor para defender la democracia en México.

Los recursos empleados desde todas las instancias gubernamentales para la promoción y culto a la personalidad de AMLO en esta campaña han sido incontables: miles y miles de anuncios espectaculares “anónimos”, legisladores abandonando sus obligaciones para integrarse a la campaña a favor del jefe máximo, giras de secretarios de todos los niveles en claro desafío a la sentencia del TRIFE, innumerables millones de pesos repartidos en supuestos programas sociales que no han sido otra cosa que una descarada compra de votos.

El eslogan de la campaña de AMLO –el eterno candidato– es muy significativo del momento político que estamos viviendo: “No estás solo”. ¿Sólo ante quién?, ¿Quién lo está atacando?, ¿De qué hay que defenderlo? Hay todo un simbolismo detrás de este slogan que construye la narrativa del héroe/víctima, que, ante el acoso de todos sus enemigos, clama por la ayuda del pueblo bueno, que ve en AMLO el arquetipo del padre proveedor. Todo por la causa del héroe. ¿Cuál es su causa? Él mismo.

El día 11 de abril inicia la segunda parte de esta campaña con dos frentes muy claros: El primero será la iniciativa de Reforma Electoral más regresiva de la historia democrática en México con la orden de eliminar al INE. El segundo frente -la mañanera- se encargará de descalificar a aquellos votantes que, con su decisión de no votar en la Consulta, ejercieron su derecho a no validar la destrucción de la democracia. Todo esto se hará bajo la supervisión y con el visto bueno del inquilino de Palacio Nacional.

¿Quiénes serán los descalificados? Las clases medias que, arrepentidas de su primer voto de confianza a AMLO en 2018, hoy le han dado la espalda. Los medios conservadores que se han atrevido a señalar las trampas de esta Consulta. Los intelectuales libres que tercamente no quieren hincar la rodilla ante el poder. Los centros de educación media y superior que se han resistido a convertirse en semilleros del régimen. Y sin duda cualquier institución pública o privada que se manifieste a favor de la libertad sin condicionamientos.

El 10 de abril, los mexicanos tendremos derecho a elegir aquella opción democrática que creamos mejor para nuestro país y abstenerse a votar es una de ellas. A lo que sí estamos obligados moralmente es a razonar nuestra opción en favor de la libertad y la democracia en México. Usted decide.

@Pancho_Graue

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