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Foto: Pixabay / Para el paciente, los primeros efectos de este padecimiento son debilidad y hormigueo en extremidades, pues el sistema inmunitario ataca los nervios  

Cuando Enrique Pérez y Ana Alejandra llegaron a Punta Cana el 26 de marzo pasado, la pareja no se imaginaba que lo engorroso de los trámites burocráticos los acompañarían en sus vacaciones, mucho menos que estos les jugarían en contra mientras uno de ellos se debate entre la vida y la muerte, lejos de su país.

Un día después de su arribo a República Dominicana, un destino turístico en el Caribe, Ana comenzó a sentirse mal. En su primer encuentro con los servicios médicos del país le diagnosticaron síndrome vertiginoso, algo que no requería atención especializada ni urgente.

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Un día bastó para que su salud, sin cuidados, cayera rápidamente, y el día 28 tuvo una crisis.

La segunda ronda de análisis arrojó otro diagnóstico: Síndrome de Guillain-Barré.

Para el paciente, los primeros efectos de este padecimiento son debilidad y hormigueo en extremidades, pues el sistema inmunitario ataca los nervios.

El deterioro suele ser rápido y puede llegar a paralizar todo el cuerpo pero, según la Organización Mundial de la Salud, con cuidados intensivos y el seguimiento adecuado, la mayoría de los casos se recuperan totalmente, incluso los más graves.

Aunque los servicios de salud en la isla la reportan estable, Enrique ha hecho un llamado a las autoridades mexicanas desde su cuenta en Twitter para pedir ayuda y hacer posible el traslado de su novia a territorio mexicano, pues el seguro médico que contrataron con la empresa Universal Assistance ya no puede cubrir los casi 35 mil dólares que cuesta una ambulancia aérea, y los gastos tras una semana hospitalizada han llegado casi al límite de la cobertura.

La embajada mexicana en el territorio está está al tanto de la situación y brinda acompañamiento.

LEG