GRAMMY
Foto: AFP / Las presentaciones, en su mayoría, reflejaron la personalidad de los dos claros representantes del pasado y del presente  

La música contemporánea se caracteriza por una oda a los tiempos antiguos o sonidos con un giro fresco. El nuevo talento inspira, mientras el viejo nos recuerda lo mejor del pasado.

Dicha dicotomía se proyectó tanto en el espectáculo como en las ganadoras durante la 64ª ceremonia de los premios Grammy.

Las presentaciones, en su mayoría, reflejaron la personalidad de los dos claros representantes del pasado y del presente.

Desde sus inicios, la batalla entre lo nuevo y lo viejo estuvo en boga, con la presentación de la canción 777 de Silk SonicAnderson Paak y Bruno Mars– seguida de una emotiva experiencia por parte de Olivia Rodrigo, de 19 años, quien cantó su éxito Drivers license de su nominado disco debut, SOUR.

Lil Nas X demostró sus dotes histriónicos con una presentación futurista de tres de las canciones de su material nominado, Montero; mientras que Billie Eilish descargó su energía con Happier than ever, la canción vintage para la cual se le nominó por Canción y Grabación del Año y que hace honor a su disco homónimo, también en competencia por el trofeo protagonista.

Lady Gaga cautivó con una hermosa presentación del disco de clásicos de jazz que canta junto con Tony Bennett, Love for sale. Más tarde, Justin Bieber hizo una frenética interpretación de su movido sencillo, Peaches, junto con Daniel Caesar y Givēon.

La tendencia de la mezcla de antaño junto con la novedad se ve igualmente en las premiadas.

La Canción del Año (que conmemora la construcción de melodías y letra) y la Grabación del Año (que galardona a la pieza en todo su conjunto), Leave the door open de Silk Sonic. El grupo hace ovación a la década de los 70 no solo en su sencillo ganador, sino en todo el material discográfico, que está compuesto principalmente de sonidos funk de esa época.

En la categoría de Mejor Nuevo Artista ganó el presente Olivia Rodrigo, quien también se llevó el premio de Mejor Álbum Pop Vocal, es una cantante cuya autenticidad asegurará una carrera de éxitos.

Este mensaje de autenticidad, y la respuesta por quién realmente gana en el futuro de la música no es ni para el pasado ni para el presente, sino una cohesión entre ambas. Así lo refleja el Álbum del Año, We Are, de Jon Batiste, que él mismo describe como inspiración del pasado y “combinarla con elementos del presente para crear el futuro”.

Al final, de eso se trata la música: mezclar influencias del pasado con las tendencias del presente para generar música que se preservará en el futuro.

 

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