Tekenchu, Tío, Salpicón y Hambre son los cuatro cortometrajes mexicanos de terror más laureados desde 2021 a nivel internacional, los cuales destacan por mostrar una gran evolución del género fantástico en el país. Realizados por Carlos Matienzo, Juan Medina, Marcos Muñoz y Carlos Meléndez, respectivamente, estos directores cinematográficos mexicanos han logrado destacar en la industria y actualmente se encuentran colaborando en la creación de películas y series para diversas plataformas streaming.

Carlos Meléndez, creador del cortometraje Hambre, destacó durante una conferencia realizada en la Cineteca Nacional, que “el cine de terror mexicano necesita jugar más, ser más atrevido, dejar de emular el de otros países y expandir su cartelera”.

“Estos cortos tienen al final un mensaje social de nuestro sentir hacia todo lo que está ocurriendo en México, pero de una manera alegórica y al final poderosa”, agregó el director de Hambre, trabajo en el que plasma una metáfora sobre la saciedad y una cuestión sin resolver en Latinoamérica: la pobreza alimentaria.

Por su parte, Juan Medina, director de Tío, destacó el hecho de que México está lleno de leyendas, surrealismo y de un imaginario muy poderoso, ya que la gente convive día a día con la muerte y monstruos de todo tipo, por ello aconsejó a los realizadores mexicanos “romper las reglas, buscar ir más allá de lo establecido, del susto rápido, la sorpresa y las historias vacías, es una fórmula muy gastada que al final no lleva a más”.

Su cortometraje es un trabajo de stop motion filmado durante 11 meses, la inspiración para realizarlo vino de un documental sobre una deidad andina con el mismo nombre (Tío) , a la que niños desde los 10 años que trabajan en minas rinden tributo llevándole hojas de coca, aguardiente y sacrificios. “En un sistema de creencias actual, una realidad, no estoy hablando de la época colonial. Al día de hoy se le siguen ofreciendo obsequios al “Tío”, el personaje perfecto que yo necesitaba”, explicó el director.

Otra de estas premiadas producciones es Salpicón, un cortometraje que mezcla el miedo y la comedia en un contexto de invasión zombie, producido por Marco Muñoz y que en junio representará a México en el festival Fant Bilbao 2022 en Brasil.

En los últimos años, Muñoz ha logrado distinguir un cambio importante en la industria cinematográfica del país, pues en sus inicios sólo se encontraba con tres o cuatro colegas en eventos internacionales, y ahora, son más de 30 los que buscan poner en alto el nombre de México. “Cuando comencé a asistir a festivales internacionales notaba cuál de todas era la película mexicana, pero año con año, se ha ido mejorando y ya no se perciben diferencias. Antes era ver un largometraje de España con una gran producción y uno nuestro con una calidad un poco más baja”.

Finalmente se encuentra Tekenchu, proyecto fílmico grabado en tan solo 60 horas y que parte del tema de la justicia, los feminicidios y las leyendas de nahuales, monstruos mexicanos de los que se habla desde la Conquista y se ven en códices antiguos: “¿qué pasaría si existiera una bestia mitológica que protege y le da cobijo a un pueblo?”, cuestionó su realizador Carlos Matienzo.

Los cuatro cortometrajes estarán de gira por San Luis Potosí, Toluca y más puntos de la república con el objetivo de llegar a presentarse en 350 festivales. Las carteleras serán anunciadas por los mismos directores a través de sus redes sociales: @matiz_c_film, @marcos_munoz_flores y @beat_melendez.

 

PL