Cuando le pregunté a Enrique Beltranena CEO de Volaris ¿Por qué Volaris decidió ser la primera aerolínea en anunciar inicio de operaciones desde el AIFA? Me dijo con contundencia, “Fue una decisión eminentemente de negocios, nosotros vemos en el mercado conurbado alrededor del aeropuerto de Santa Lucía una población de 4.8 millones de pasajeros que tienen que viajar; compara esa población con Monterrey, con León, con Aguascalientes y Querétaro, en todos lados volamos nosotros, entonces ¿Qué es lo extraño que tiene que volemos desde Santa Lucía?”

Y agregó, “Quiero partir de esa base, vamos a volar a dos mercados importantes Tijuana y Cancún desde Santa Lucía, para comenzar a explorar ese mercado, lo mismo hice con Querétaro con Tijuana y Cancún, lo mismo hice con Aguascalientes, exactamente lo mismo.

Vamos viendo la virtud del mercado, por ahora no hay estadística, solo tenemos un estudio de la población, un estudio económico de cuánto gasta y a donde viaja, este estudio que se hizo nos arroja que hay un potencial alrededor del aeródromo de Santa Lucía importante para provechar, y es muy importante para nosotros seguir desarrollando destinos y punto, no tiene otra derivada.”

¿No tiene un sesgo político detrás, ni nada de eso? Le insistí, No, me contestó el ejecutivo. Es una estación más a la que hay que volar, concluyó.

Esa idea que soltó Beltranena en una entrevista rápida realizada en noviembre pasado en el marco del Tianguis Turístico de Mérida, pienso puede ser la tesis más robusta de argumentación que le he escuchado a algún personaje de alto nivel hasta el momento, incluyendo gobiernos e IP que directa o indirectamente están ligados a operar el AIFA que hoy se construye a marchas forzadas para aperturar el 21 de marzo.

Y pienso, efectivamente, son muchos los municipios conurbados en torno al AIFA quienes pueden darle la masa crítica de pasajeros a ese aeropuerto incluyendo otros muchos pasajeros de otros estados como Hidalgo, Tlaxcala o Puebla y la cuota de mercado sumaría varios millones más.

Dos ideas rondan por mi cabeza, ¿Es verdad que muchos nos hemos comprado la idea de que el AIFA terminaría por caducar al AICM? ¿Por qué ninguna autoridad ha enfatizado públicamente acerca del mercado de proximidad del nuevo aeropuerto? Y lo más, si dicha población serían los primeros clientes del AIFA ¿Por qué no decirlo así tan abierta y claramente? Sin duda eso ayudaría a mejorar el ambiente de crispación de los escépticos del proyecto.

Pienso que el propio gobierno no lo ha sabido comunicar desde esa perspectiva, la verdad sea dicha, no hemos oído prácticamente a nadie de esta administración pública federal referirse a la población aledaña o conurbada como el mercado primario de pasajeros para la nueva terminal aérea y claro viéndolo así, creo que sí tendría mucho más sentido esa nueva terminal.

Si focalizaran en ello como una primera etapa, pienso yo coadyuvaría a calmar en buena medida los ánimos de detractores. Quizá dejaríamos de ver esas notas de prensa de ¿Cuánto te va costar el Uber desde el Zócalo a Santa Lucía? o escandalizarnos de ¿Cuánto tiempo se invertiría para el traslado por ejemplo desde el WTC hasta el AIFA?

Al parecer serán los habitantes de municipios aledaños los principales beneficiarios de la mega obra, también con el beneficio de que ya no tendrían que venir hasta el AICM para tomar de entrada vuelos a Cancún y Tijuana los de Volaris ó a Monterrey y Guadalajara con Viva Aerobús quien también dijo “vemos una oportunidad en esta región y estaremos ahí para ofrecer a los pasajeros el mejor servicio” o los que lo volarían vía Aeroméxico para ir a Mérida o Villahermosa, ahora lo tendran cerca de sus casas para volar a esos destinos sin venir 44 km hasta el AICM.

Finalmente, ¿Por qué el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador no le toma la palabra a un personaje de la talla de Enrique Beltranena para sintonizarse con la visión empresarial de la nueva terminal aérea y su mercado de proximidad?

Según yo y así como lo veo, dos escenarios se perfilan, el primero que el AIFA efectivamente al paso de los años termine siendo un aeropuerto regional para servicio de la zona conurbada del norte de la Ciudad de México y municipios circunvecinos o, segundo, que la autoridad omita esto y le eche toda la carne al asador a este aeródromo y todo el peso político, mediático y de negocios para captar la navegación aérea del valle de México y entonces el mercado de 12 millones de pasajeros que hoy atiende el AICM sin remedio y en buena medida tengamos que cruzar los 44 km hasta Zumpango para tomar un vuelo en Santa Lucía. ¿Cual será?

LEG