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Foto: AFP Los niños van cambiando sus necesidades y su entendimiento.  

A menos de que una persona haya renunciado a toda la tecnología, las terribles imágenes de la invasión rusa a Ucrania son inevitables. Se pueden encontrar en la televisión o en el celular. Las imágenes están dispersas en los sitios web y son mostradas en las redes sociales. Debido a la avalancha de información que hemos presenciado en las últimas semanas, surge una pregunta que debemos abordar, ¿cómo deberían tocar el tema de la guerra los padres con sus hijos?, ¿qué deben decir? ¿cómo deben actuar?

Para responder esas preguntas, ASU News platicó con Abigail Gewirtz, profesora del Department of Psychology de Arizona State University, cuyo trabajo de investigación ahonda en las maneras de fortalecer a las familias afectadas por estresores traumáticos. Gewirtz es la autora del libro “When the World Feels Like a Scary Place”, el cual fue publicado en 2020. “Es lo que hago” comentaba Gewirtz. “Estudio sobre cómo platicarles a los niños sobre cosas espantosas”.

Empecemos con una pregunta general: ¿Qué consejo les daría a los padres si vinieran a decirle: “¿Qué debemos decirles a nuestros hijos sobre esta guerra?”?

La primera pregunta que haría es, ¿cuántos años tiene tu hijo?, y la segunda sería ¿cómo te sientes al respecto? Obviamente, con el tiempo, los niños van cambiando sus necesidades y su entendimiento. Por lo que tu hijo de tres años entiende las cosas de manera muy distinta a como lo haría tu hijo de cinco, el cual entiende distinto que tus hijos de 12 y 16 años. Pero la otra cuestión es ¿qué tan personal es el tema para ti? Si tienes familia ucraniana, probablemente estás teniendo sentimientos muy fuertes sobre lo que está pasando. La cosa más importante para los padres es preguntarse a sí mismos, ¿qué significa esto para mí?, ¿cómo debo sentirme al respecto?, y luego pensar, si tienes la oportunidad de tener una conversación planeada, en cómo puedes lidiar con tus sentimientos y qué quieres decir. Y al final debes preguntarte el ¿cómo puedes escuchar de verdad a tus hijos y entender lo que te piden o te dicen?

Has mencionado las edades de los niños. ¿Hay una edad determinada en la que los padres deberían decir: “No voy a tener esta conversación porque son demasiado jóvenes para entenderlo”?

Nunca puedes asumir que tu hijo no sabe y, ciertamente, ¿no preferirías que mejor lo escucharan de ti en lugar de alguien más en el jardín de juegos? Si un niño únicamente está en su casa, y eso aplica para muchos niños menores de tres años, puedes asumir que tienes el control de lo que sucede. Pero incluso un niño de cinco años va a saber cosas. Ellos simplemente lo saben. Por lo que todos nuestros esfuerzos son para fingir que no sucede o que no es un gran problema, así que no te preocupes por eso. A veces, cuando les hacemos eso, solo los hacemos sentir más ansiosos, porque es algo que no se platica, por lo que se convierte en un gran monstruo.

Entonces, ¿la tendencia natural de los padres a proteger a sus hijos de imágenes como éstas podría ser errónea?

El 11 de septiembre (9/11) mi hijo tenía seis años, y pensábamos que no tenía idea de lo que había pasado porque habíamos mantenido la televisión apagada. Un día él regreso a casa después de un día de juegos en la escuela, le preguntamos “¿cómo te fue?, ¿qué hiciste mientras jugabas?” él nos contestó “genial, aunque después vimos a gente saltando de edificios que habían sido atacados por un avión”. Estábamos horrorizados. Le dijimos “¿en serio?, y él nos dijo “si, estaban saltando desde ventanas muy altas”. Esa es la primera historia que cuento en mi libro. Esas son las conversaciones esenciales de padres e hijos.

¿La accesibilidad de esta guerra en la tecnología y las redes sociales debería informar a los padres sobre cómo comunicarse con sus hijos?

El hecho de que esté tan presente en las redes sociales significa que llamará su atención, y los niños ven cosas que nosotros no. No tenemos idea. Bueno, no te puedes imaginar lo que los niños ven y eso puede ser muy espeluznante. Una generación atrás, los padres podían monitorear lo que sucedía, sabías muy bien lo que veía y escuchaba tu hijo, pero ya no más. Incluso los mejores esfuerzos para controlar los aparatos de un niño no son efectivos. Entonces, ¿no preferirías ser el que tiene la conversación con tu hijo? Si tienes esas conversaciones todo el tiempo con ellos, lo más probable es que te cuenten si algo los está espantando o asustando.

Entonces, ¿cuál sería el consejo para los padres que quieren hablar con sus hijos sobre la guerra?

Siéntete bien platicando al respecto y elige un momento en el que estés libre de dispositivos y en el que no estés distraído. Podrías decirles “Seguro que han estado escuchando sobre la guerra que está sucediendo. Está muy lejos y me da curiosidad lo que están pensando de esto”. También puedes utilizar un mapa, porque una de las cosas que aprendimos del 11 de septiembre es que muchos niños pensaron que cientos de aviones se estaban estrellando en cientos de edificios, y la razón de que ellos pensaron eso es porque vieron los videos del atentado una y otra vez. Además, pensaban que eso estaba sucediendo en su ciudad porque no entendían el concepto de distancia. Entonces, el tener un mapa a la mano para enseñarle a los niños que tan lejos está lo que ocurre o cuantas horas tendríamos que volar para llegar al lugar podría ayudar. Pero, prepárate para aceptar el hecho de que tu hijo podría haber visto cosas horribles en redes sociales.

A pesar de que nuestros hijos están lejos de esta guerra, ¿hay algún trauma que puedan experimentar sólo por ver las imágenes que vienen de Ucrania?

Hay que tener cuidado al usar la palabra trauma. En la terminología psiquiátrica, para diagnosticar a alguien con trastorno de estrés postraumático, no es suficiente con ver algo en la televisión. Y estos niños ven imágenes horribles en las películas o en los videojuegos. Sin embargo, esto puede dar mucho miedo a los niños. Quizás no sea tan traumático, pero espanta y las preguntas reales que podría hacer un niño son, “¿puede pasar esto aquí?, ¿puede suceder esto en mi mundo?”. Valida los sentimientos de tus hijos y escúchalos. Escucha que dicen, porque usualmente lo que dicen no es lo que tu pensabas que iban a decir. Ayúdalos a resolver sus problemas, ayúdalos a sentirse mejor, no dejes las cosas sin brindarles la atención que requieren. Pregúntales qué los pone ansiosos y descubre cómo puedes manejar la situación y ayudarlos a sentirse mejor.

¿Hasta qué punto es importante que los padres muestren una sensación de calma al mantener estas conversaciones?

El mayor beneficio de estar calmado es que no estás ensimismado y que realmente los puedes escuchar. Puedes escuchar a tu hijo y ser empático. Así que pregúntales “¿cómo se sienten?”, o “¿sientes esto en tu estomago? Porque cuando yo me preocupo, a veces me duele el estómago”. Eso les ayuda a etiquetar e identificar lo que sienten, y entonces los padres pueden validar esos sentimientos.

JC