La secretaria de Energía, Rocío Nahle, necesita del mayor número de reflectores para poder hacerse de la candidatura por Morena al Gobierno de Veracruz.

Nahle, quien por estos días se ha dado vuelo en Twitter presumiendo el aumento del precio del crudo mexicano -como si fuera un logro personal o de este Gobierno-, se ha enfrascado en una competencia adelantada con el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Sergio Gutiérrez.

Las elecciones para gobernador en la entidad serán en 2024 y aunque la secretaria de Energía fue nombrada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como una de sus “corcholatas’’ para competir por la candidatura presidencial, Nahle sabe que no llegará ni a los cuartos de final por lo que se concentra en ganar la candidatura para Veracruz, que no es cualquier premio de consolación.

Para poder obtener la venia del gran dedo elector, la secretaria de Energía necesita que sus dos encargos principales resulten todo un éxito y sean entregados en tiempo y forma.

Uno es la construcción de la refinería de Dos Bocas, que avanza a marchas forzadas; presenta algunos retrasos, pero nada que pueda evitar que sus instalaciones se entreguen a tiempo para que las inaugure López Obrador.

La segunda es la aprobación de la contrarreforma al sector eléctrico que, paradójicamente, depende en buena medida de las negociaciones que la bancada de Morena pueda realizar con la oposición.

Sin ambos logros, Nahle no tendrá posibilidades.

Sobre todo porque el activismo de Gutiérrez, en plena ya abierta campaña, le comienza a ganar terreno.

Gutiérrez fue quien demandó penalmente a los seis consejeros del INE que habían propuesto posponer la revocación de mandato por falta de recursos, pero el propio López Obrador estuvo en contra de esa muestra de servilismo.

No le quedó más remedio que retirar la demanda aunque el proceso penal sigue.

Nahle tiene además, para bien o para mal, la responsabilidad de garantizar el abasto de combustibles en este escenario de alta demanda y poca disponibilidad, a partir de la prohibición de Estados Unidos de comprar gas y petróleo a Rusia.

Las consecuencias ya las comenzamos a notar en el incremento del precio de las gasolinas y el diésel.

Si la secretaria entiende o no que el alza del precio del barril de la mezcla mexicana no es una buena noticia, es su problema, pero lo pagamos todos.

Ojalá que, dentro de todas sus ocupaciones, la secretaria de Energía tenga tiempo para dedicarlo a garantizar las reservas de gas, gasolinas y diésel, que serán el problema por resolver en los próximos días.

A ver.

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El fiscal general Alejandro Gertz Manero recurrió al ya muy conocido -y desgastado- argumento de la 4T, su victimización, para tratar de defenderse de las acusaciones en su contra por utilizar la FGR para litigar un asunto particular.

Dijo Gertz que era víctima de “una extorsión mediática criminal’’ por la exhibición de los audios en los que platica con un subalterno el sentido del proyecto de sentencia del ministro Alberto Pérez Dayán, que no le favorece.

Desde el reconocimiento de que es un delito espiar conversaciones privadas, también se reconoce que el escándalo tiene que ver con las propias revelaciones hechas por Gertz como su dicho de tener “3 o 4 ministros a favor’’ y otras por el estilo.

¿Qué tanto influirá en la Corte el escándalo cuando el lunes 14 deba discutir las solicitudes de amparo hechas por su excuñada y la hija de esta?

LEG