PUTIN RUSIA
Foto: AFP / “Son semejantes a una declaración de guerra”, declaró el líder del Kremlin, Vladímir Putin  

Rusia introdujo a su avanzada militar en territorio ucraniano con fuerza, y mientras las tropas en Ucrania se ven obligadas a responder el fuego de Moscú para defender su territorio, los aliados occidentales coincidieron en que el mayor daño lo podrían causar a través de sanciones económicas, bloqueos territoriales y el respaldo de las grandes empresas multinacionales, todo sin tener que meter las manos en el conflicto armado.

“Son semejantes a una declaración de guerra”, declaró el líder del Kremlin, Vladímir Putin, como reacción a la avalancha de castigos económicos y territoriales que la comunidad internacional sigue lanzando desde hace once días, cuando el mandatario anunció su “operación militar” en el Donbás.

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Y es que ya son más de 30 los países que, con sus vetos, han limitado el alcance de interacción rusa en el plano comercial internacional, y más de 40 las empresas que han suspendido operaciones dentro de territorio ruso, vulnerando a los responsables, aunque también al resto de la población.

El rublo se desploma -perdiendo casi un tercio de su valor frente al dólar en un mes-, la gente hace largas filas frente a los bancos, los supermercados limitan la compra de artículos de primera necesidad, cada vez más gente acude a las protestas en contra de la guerra, y ahora las empresas tecnológicas, medios de comunicación y el sector de la cultura también participan en el cerco que se forma alrededor de Moscú.

Aunque su país no está bajo ataque, al ciudadano ruso también lo han alcanzado las sanciones, el daño colateral al que apunta Washington bajo el mando de Joe Biden, según explica Ignacio Martínez Cortés, doctor en Economía Internacional.

“La apuesta de Biden es generar inconformidad al interior de Rusia afectando el consumo de los habitantes. Por ahora el efecto lo está amortiguando el Banco Central, pero la interrupción manufacturera, la inflación y la escasez, todo eso les va a tocar”, describe el experto al referirse al escenario más lejano, que probablemente azote al país para finales de marzo.

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Para recapitular la escalada de las consecuencias, el también internacionalista detalla que “el primer gran efecto lo vimos con la expulsión del sistema financiero SWIFT, cortando toda relación comercial y bancaria que Rusia pudiera tener al exterior”. Ahora, los siguientes sectores en ser alcanzados serían el de los cereales y manufacturas.

La guerra en Ucrania comienza a afectar a otras economías y desequilibra el balance económico del primer trimestre a nivel mundial, pero en opinión del investigador, la suerte de las naciones “dependerá de la fortaleza de cada mercado interno”.

Infografía: Xavier Rodríguez

Reportan compras masivas en Rusia

Autoridades y empresarios rusos se preparan ante los efectos en la microeconomía tras las sanciones internacionales, como aumento de precios, bloqueo de tarjetas o la aparición de un mercado negro.

Los restaurantes en Moscú están abiertos y llenos de gente este fin de semana de cuatro días, puesto que el 8 de marzo (Día de la Mujer) es festivo en Rusia. Pese a esta aparente normalidad, el sector privado empieza a preocuparse por los efectos de las sanciones en un país donde se toma en serio el riesgo de hambruna, tras haber conocido múltiples crisis económicas y periodos de hiperinflación en el pasado.

Las cadenas de gran distribución constataron un aumento de las compras de productos básicos, según el ministerio de Comercio, que se muestra preocupado ante la emergencia de un mercado negro.

“Las principales cadenas de supermercados decidieron minimizar el riesgo de compra por revendedores de productos básicos”, indicó el ministerio de Comercio en un comunicado, por lo que las cadenas establecieron restricciones a las cantidades vendidas a cada individuo.

CON INFORMACIÓN DE AFP

… Y Moscú teme fuga masiva de capitales

El Banco Central de Rusia pidió a las entidades bancarias que eviten publicar sus balances financieros tras las sanciones occidentales por la invasión a Ucrania. Las autoridades rusas multiplican las medidas para frenar la fuga de capitales e impedir movimientos de pánico. El fin de semana, el FMI advirtió que el impacto económico global de la guerra será “aún más devastador” si el conflicto se intensifica.

TESTIMONIOS

PYOTR AVEN
Empresario, banquero
Accionista de Alfa Group, al que pertenece el importante banco ruso Alfa Bank, y amigo de Vladímir Putin desde 1990. Es uno de los oligarcas más cercanos al mandatario, formando parte del selecto grupo con el que se reúne en el Kremlin. Los favores que ha prestado al Presidente se remontan a cuando aún no llegaba al poder (20 años), desde que Putin era vicealcalde de San Petersburgo y Aven ministro de Relaciones Económicas Exteriores. Alfa Bank financió un proyecto benéfico dirigido por la hija mayor de Putin, Maria, de 37 años.

ALISHER USMÁNOV
Empresario, polifacético
El favorito de Putin, algunos le dicen, Alisher Usmánov, es un empresario con acciones en los sectores del hierro, minerales y el acero, y además en medios de comunicación. Destaca la posesión de la gran empresa minera Metalloinvest. Entre los servicios que ha prestado al presidente ruso se cuentan la gestión de flujos financieros, fungir como testaferro y pagar 6 millones de dólares por el influyente asesor Valentin Yumashev, yerno de Boris Yeltsin. Adquirió el diario Kommersant, especializado en finanzas, en abierto apoyo al Kremlin.

 

SERGUÉI LAVROV
Ministro de Relaciones Exteriores
El polémico Serguéi Lavrov, descrito como mordaz, brusco y seductor, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores en 2004 por Putin. Recordado por sus excelentes habilidades diplomáticas, escribir poesía, tocar la guitarra y bromear con otros enviados en eventos internacionales, su imagen ha sido recientemente transformada en una que inspira miedo ante sus colegas, que incluso boicotearon su intervención en la reunión de la ONU en Ginebra, abandonando la sala. Las discusiones diplomáticas con él, dicen, son cada día más toscas.

LEG