Foto: Pixabay / La participación de más mujeres beneficiará a los hogares, ya que tendrían mayores ingresos y ahorros  

La inclusión de mujeres en el ámbito laboral es un factor determinante para impulsar el desarrollo económico de México, pues el PIB podría crecer 15% respecto al ritmo actual si para 2030 se logran sumar 8.2 millones de mujeres, de acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

La participación de más mujeres beneficiará a los hogares, ya que tendrían mayores ingresos y ahorros, así como a las empresas, ya que agregaría mayor dinamismo y rentabilidad a los centros de trabajo, y al país, pues aumentaría la recaudación fiscal, según el reporte “Estados con lupa de género 2022”.

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La organización aseguró que pese a los avances en materia de género, en el país ninguna entidad cumple con todas las condiciones óptimas para garantizar que las mujeres ingresen, permanezcan y crezcan en el mercado laboral y, por consiguiente, en la economía.

En México, la tasa de participación de mujeres en edad productiva se sitúa en 43.6%, nivel inferior a economías latinoamericanas como Colombia (50.3%), Brasil (49.5%) o Argentina (46.8%), según datos referidos del Banco Mundial.

Infografía: Juan Ángel Espinosa

El estudio reveló la desigualdad de condiciones laborales que enfrentan las mujeres durante su desarrollo profesional: la incorporación al mercado laboral, la permanencia y su crecimiento.

A nivel nacional, las cinco entidades que ofrecen las mejores condiciones laborales en las distintas etapas de la trayectoria laboral de las mujeres son Ciudad de México, Baja California Sur, Baja California, Colima y Nuevo León.

En estas entidades, las mujeres dedican menos tiempo a las labores de hogar no remunerado; el 48.8% de la población femenil tienen educación media superior, y el 42.8% de las trabajadoras está en el sector informal.

En el otro extremo están Chiapas, Tlaxcala, Veracruz, Guanajuato e Hidalgo, que fueron las entidades con un peor desempeño en las oportunidades para mujeres, pues dedican mayor tiempo a las tareas del hogar, y sólo el 34.8% tiene estudios equivalentes a bachillerato, y el 68.2% de las trabajadoras se desempeñan en la informalidad.

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