¿Y esta semana cuántos millones de pesos o dólares serán? Cada vez es más común que se conozcan tanto cifras como beneficiarios del constante saqueo que hace Napoleón Gómez Urrutia a las cuentas del sindicato minero. 

Ahora el tema no son los millones de pesos que dilapida al intentar limpiar su imagen, sino los señalamientos que van al abultado pago de abogados. ¿Cuánto dinero debe costar que, por años, los bufetes más reconocidos de México te representen y eviten a golpe de amparos que pises la cárcel, a pesar de haber robado 55 millones de dólares a los obreros? 

Hace unos días varios medios de comunicación informaron que Napillo destinó tan solo en 2020, casi 76 millones de pesos al pago de abogados, recursos que consignaron, son equivalentes a cerca de siete meses del total de las cuotas sindicales que pagan los mineros afiliados a su sindicato. 

Este gasto a cargo de los mineros, se ha convertido en una renta de más de 15 años, dinero que ha utilizado Napillo solo en su protección. Los pagos millonarios a los abogados empezaron cuando Napito huyó de México rumbo a Canadá acusado no solo de abandonar a las familias de los compañeros fallecidos en Pasta de Conchos, sino de robarle 55 millones de dólares a los mineros de Cananea. 

Tras el fraude cometido, Napito enfrentaba un abanico de demandas laborales, civiles, mercantiles y penales; el dinero del sindicato se esfumaba prácticamente en dos conceptos: su lujosa vida en Canadá y el pago de abogados. El saqueo a las cuentas de la organización, recuerdo, llegó al grado de que en varias ocasiones el sindicato se quedó sin dinero hasta para pagar la nómina. 

Napillo nunca se midió y mucho menos tuvo mesura en ocupar el dinero de los mineros. Durante su larga estadía en Canadá, a cuatro compañeros y a mí nos obligaban a ir a Vancouver, para entregarle cada uno 9 mil dólares, es decir, más de 40 mil dólares mensuales que exigía y usaba para su manutención. Éramos muy pocos los que sabíamos del alto costo de su autoexilio. 

El pago a los abogados siempre se llevó en total opacidad, el círculo de los que conocían los montos era aún más reducido; sin embargo, todos sabíamos que las transferencias eran constantes. La defensa de Napillo tomaría un papel prioritario en la vida del sindicato, incluso por órdenes de él, los abogados fueron en muchas ocasiones los que encabezaban las conferencias de prensa, no se hablaba de las huelgas, menos de los trabajadores, solo de las supuestas injusticias por las que atravesaba el mártir de Canadá.   

En 15 años no han cambiado las cosas, el dinero del sindicato se mantiene a disposición de Gómez Urrutia, las cifras son igual de escandalosas y Napillo sigue con cuanto amparo resulte para evitar devolverle a más de diez mil mineros los 55 millones de dólares. 

Las manifestaciones contra él no han cesado en más de una década, mineros han muerto en espera de que el Gobierno les haga justicia y mientras tanto Napillo sigue sin límites, llevando una vida de lujos gracias al trabajo de los obreros, continúa tomando empresas y robando contratos colectivos mediante el terror. 

La única diferencia es que ahora todos los atracos los hace con el cobijo de la administración morenista, quien lo trajo a México, lo protegió y blindó con el fuero de una senaduría bajo la mentira de ser un perseguido político. Hoy ese teatrito se ha caído por completo, nadie lo cree y por otro lado, los mineros de varias partes del país continúan en lucha, con la esperanza de recuperar lo que Napillo les robó.

 

 @CarlosPavonC