Karina Aguilar Vega

 

Tres veces candidato a la Presidencia de México pidiendo una oportunidad para acabar con la corrupción y con la violencia, lograr un crecimiento económico sostenido y de pronto a la mitad del camino, el primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador confiesa que ya no puede más.

El mismo Presidente que en el sexto mes de su administración dijo que gobernar “no tiene mucha ciencia”, ahora reconoce estar cansado y que una vez terminado su sexenio se retirará.

Pero de qué está cansado el Presidente: de combatir la corrupción y tener que defender a su hijo por presunto conflicto de interés o defender a funcionarios de Gobierno, cuya evolución de su patrimonio no ha sido aclarada como la de Manuel Bartlett.

O quizá está cansado de que por más abrazos que dan para combatir la violencia y la delincuencia, ésta se ha recrudecido en diversos estados del país.

O que tan sólo de enero a la fecha han ocurrido, al menos, 76 feminicidios.

Aunque también podría estar cansado de los asesinatos a periodistas, que en lo que va del año han sido seis.

El Presidente puede estar cansado de que la inflación en su Gobierno llegó al 7.07% en enero pasado, ocasionando el principio de año más duro desde hace dos décadas.

Aunque se me ocurre que también esté cansado del manejo de la pandemia que ha dejado casi medio millón de muertes por esta enfermedad y más de 5.4 millones de contagios.

El jueves pasado el primer mandatario en confianza con los reporteros que cubren sus actividades quiso sincerarse. Pero resulta que del lado del pueblo bueno también hay cansancio. 

Los padres de niños con cáncer, ya están cansados de mendigar medicamentos.

Los habitantes de Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Veracruz, ya están cansados de amanecer con personas colgadas o desmembradas.

Las amas de casa, ya están cansadas de que todas las semanas incrementen los precios de los alimentos y productos de primera necesidad.

Los padres de familia están cansados de que no los escuche y deje sin vacunar contra Covid a niños de 5 a 14 años.

Los investigadores y científicos están cansados de que se les persiga y se les reduzcan sus becas.

Los organismos autónomos están cansados de los ataques cotidianos desde el Ejecutivo.

La oposición está cansada del desdén y la aplastante mayoría del partido en el Gobierno.

Las razones de los mexicanos para estar cansados son múltiples y diversas, pero aún así, todos los días salen a trabajar para mantener a sus familias y que este gran país salga adelante.

Lo menos que se espera del Presidente es que todos los días salga a trabajar con el ánimo de sacar adelante al país, sin echar culpas al pasado y sin cansarse y pensar en el retiro.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¿Les importará mucho a los priistas Quirino Ordaz, Claudia Pavlovich y Miguel Aysa que los expulsen del PRI por aceptar cargos diplomáticos en el Gobierno de Morena? O desde Madrid, Barcelona y República Dominicana podrán superar el trago amargo de ya no pertenecer al partido que los llevó a gobernar sus estados.

 

@aguilarkarina