El humano y heroico gesto de Jesús Etxebarria hoy ha sido reconocido por el Gobierno Vasco y Oskar Belategui, el hombre al que salvó, le ha dedicado unas divertidas palabras después de que recibiera su medalla.
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“Hoy el Gobierno Vasco le ha concedido una medalla al hombre que me salvó la vida practicándome una RCP cuando estaba sin pulso. En la calle y en plena pandemia. Eres mi puto ángel de la guarda, Jesús”, escribió en Twitter.
Hoy el Gobierno Vasco le ha concedido una medalla al hombre que me salvó la vida practicándome una RCP cuando estaba sin pulso. En la calle y en plena pandemia. Eres mi puto ángel de la guarda, Jesús. pic.twitter.com/7X4rTk9E8E
— Oskar Belategui (@Belategui) February 12, 2022
Fue en septiembre de 2020 el redactor de ‘El correo’, Oskar Belategui, sufrió un encontronazo con la muerte en plena calle, afortunadamente un hombre desconocido decidió ayudarlo realizándole reanimación cardiopulmonar (RCP) a pesar de que ya estaba en curso la pandemia por Covid 19.
Según una nota que realizó el propio Belategui, Jesús estuvo en total 17 minutos practicándole la reanimación hasta que llegaron los servicios de emergencia, pues no tenía pulso ni respiración debido a haber sufrido un infarto.
Nunca he escrito algo tan personal. Por fin he podido abrazar al desconocido que me salvó la vida al practicarme una reanimación tras sufrir un infarto en el @sansebastianfes Esta es la crónica del encuentro. https://t.co/hLc86a2l9Z
— Oskar Belategui (@Belategui) July 4, 2021
9 meses después de aquel evento fue la primera vez que Oskar y Jesús se pudieron abrazar y conocer pues el confinamiento no lo permitía. El redactor también relata que después de su infarto sufrió amnesia por lo que a través de llamadas se pudo acercar más a quien hoy es su héroe.
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Etxebarria se retiró del lugar en cuanto llegaron los servicios y fue un médico de emergencias quien le dijo que Oskar había fallecido, pero por supuesto la historia tendría un final diferente.
Mientras el redactor se reincorporaba a la vida, Jesús echaba de menos la sudadera que le había dado al hombre tirado en el piso y la que el redactor no reconocía como suya.
Con el miedo de haber contraído Covid, el héroe decidió indagar a qué hospital había sido referido Belategui y lo encontró, después de esto las familias de ambos se conocieron.
Ahora este gran gesto ha sido premiado por el gobierno y ambos hombres han formado una amistad.
GR