ROBERTO ZEPEDA

 

La globalización ha generado tanto efectos favorables como adversos. A medida que ha avanzado también se han exacerbado problemas transnacionales que requieren una reglamentación mundial; uno de ellos es el cambio climático. La necesidad de enfrentar estos problemas ha dado lugar a una mayor cooperación internacional con el objetivo de definir normas y reglamentos en la forma de acuerdos que posteriormente se codifiquen en las leyes nacionales.

El cambio climático es uno de los problemas globales contemporáneos que representa una amenaza a la seguridad nacional. Por ello, se requieren acciones del Estado para enfrentarlo de manera conjunta con otros actores públicos y privados, tanto en al ámbito nacional como internacional. El cambio climático amenaza a la Seguridad Nacional y debe ser sin duda una responsabilidad compartida entre el Estado y otros grupos y sectores sociales.

Los cambios en los patrones de vida de miles de millones de personas en el mundo debido al cambio climático han traído consigo diversos problemas para el desarrollo social y económico de los países.

Los países más ricos y desarrollados privilegian la producción industrial para generar un crecimiento económico y, con ello, generación de empleos; pero al mismo tiempo pasan por alto los efectos nocivos al medio ambiente. Solamente China, Estados Unidos e India generan la mayor parte de la contaminación en el mundo.

Las consecuencias perniciosas del cambio climático incluyen desastres naturales como sequías, tormentas, inundaciones, aumento del nivel del mar y hambrunas. Esto a su vez ha propiciado desplazamientos masivos y conflictos por recursos en diversas regiones del planeta, generando efectos desestabilizadores que podrían superar las capacidades de respuesta de las instituciones del Estado. Es decir, el cambio climático, como una amenaza a la seguridad, también exacerba otras amenazas en este rubro, como pueden ser las migraciones masivas.

Las diversas manifestaciones del fenómeno climático impactan y se convierten en una amenaza a la seguridad nacional. No hay duda de ello. La actividad humana está generando este mismo cambio, así lo demuestran las tendencias recientes mediante datos y estudios científicos. Los escenarios previsibles a corto, mediano y largo plazo son adversos y catastróficos, si no se hacen esfuerzos al respecto.

Ante este escenario, los esfuerzos del Estado y de otros actores son cruciales, tanto para incidir en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, como en las políticas públicas en el ámbito nacional y en los acuerdos internacionales. En suma, se requiere de una gobernanza global ambiental.

Estas reflexiones se presentaron en el Segundo Seminario Internacional “El cambio climático y la seguridad nacional, como una responsabilidad compartida con el Estado mexicano”, organizado de manera exitosa por el Colegio de Defensa Nacional los días 2 y 3 de febrero de 2022. Contó con ponentes expertos de la comunidad académica, el gobierno federal, el sector privado de México, Estados Unidos, Canadá y Europa, quienes disertaron sobre los impactos negativos del fenómeno y las posibles soluciones para disminuir sus efectos perniciosos.

Experiencias exitosas en Canadá y otros países nos reflejan que sí se puede hacerle frente al cambio climático desde una acción conjunta por el Estado y los diversos actores sociales.

 

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